Un bote de aguas negras que ha desatado una ola de malos olores y enfermedades de la piel en los más pequeños de la casa y adultos mayores, inseguridad, deficiente servicio de aseo urbano, escasez de agua, apagones, inexistente servicio de gas y desabastecimiento de alimentos, son los siete principales problemas que aquejan a los vecinos de la calle Real de El Vigía, donde amenazan con cerrar la calle la mañana de hoy.
“El bote de aguas negras suma más de un mes pese a los llamados de atención que se han realizado a través de los canales regulares. Ya nos apersonamos a Servicios Públicos de la alcaldía del municipio Guaicaipuro y prometieron venir este lunes, pero de no ser así trancaremos la calle”, advirtió Bárbara Pérez, quien señaló que los alumnos de la escuela Taller deben esquivar los líquidos pestilentes que alcanzan su máximo “esplendor” después de mediodía.
–Pese a que estamos atravesando una situación de sequía que se refleja en un fuerte programa de abastecimiento de agua, paradójicamente tenemos un bote de aguas limpias en el sector El Pino desde hace tres meses, donde obreros de Hidrocapital abrieron varios huecos, como es costumbre, pero nunca solucionaron dicho bote de agua ya que se pierde gran cantidad, lo que está poniendo en peligro a varias viviendas del sector.
Esta situación ha desatado un brote de enfermedades en la zona. “Tenemos niños con diarrea, escabiosis y vómitos. Moscas y zancudos nos atacan por igual”, añadió.
2 días a la
semana
El agua suele desaparecer cinco días a la semana “y cuando llega está bien sucia, con pantano incluso”, denunció Germán Cadena, residente, quien detalló que deben almacenarla en cuanto pote tienen en casa.
“Nos estamos ranchificando, pero lastimosamente es lo único que podemos hacer. Los horarios son una locura; antes de ayer pusieron el agua a las 2:00 a.m. y ya a las 8:00 a.m. no había; es decir, hay que interrumpir el sueño y pararse de madrugada a limpiar, fregar, lavar la ropa y garantizar las reservas”.
El mal estado de la vialidad es otro dolor de cabeza de los residentes, quienes tienen menos acceso a productos y servicios tanto por las irregularidades en el asfalto como por lo empinado de subidas y bajadas. “El gas es otro tema que nos atormenta, los camiones no quieren venir alegando que son muy inclinadas las vías”, explicó el entrevistado.
–Sin embargo, se ha detectado que lo que tienen es un negocio redondo porque la bombona cotizada en Bs. 5 que apenas se está hablando de llevarla a 6 y como es a consignación a un precio máximo de 15 bolívares, en otros sectores la cobran en 50. Todo el mundo quiere vivir a costillas de los demás.
Briceida Strubinger señaló que desde que se llevaron los estantes de gas de la comunidad la situación se ha tornado caótica. “Nos los quitaron bajo un argumento chimbo y luego nos enteramos de que se los llevaron para El Nacional. Todo es una mafia; se mueven de acuerdo al mejor postor”, atajó.
“Por si fuera poco, las lluvias nos castigaron y aparte de desbordarse la quebrada y anegar unas 15 casas, se registraron al menos 4 apagones. Uno de esos se extendió por casi tres horas; parece que nos cayeron las siete plagas”, agregó Strubinger.
Aseo urbano
deficiente
Pese al alza en el costo del servicio, los residentes se quejan de las deficiencias del servicio de aseo urbano. “Hay dos opciones: Cada quien debe cargar con sus bolsitas hasta La Línea o se le paga a un chamo para que las traslade, lo que implica darle 300 o 400 bolívares cada vez que lo hace”.
–Cuando aparece el camión de la municipalidad los obreros martillan y si no les pasas algo se hacen los locos y nos dejan las bolsas intactas en la vía pública. Todo atenta contra la economía doméstica y ya las cuentas no dan.
No todo
es malo
El servicio de transporte funciona correctamente. “Afortunadamente hay suficientes unidades por lo que pasamos pocos minutos en las paradas”, dijo Pérez, quien sí se quejó de la inseguridad.
–Entre las 5:30 y 6:00 am un motorizado arrasa con las pertenencias de todos los que esperan las busetas cuando salimos a trabajar y a algunos jóvenes les toca ir a estudiar. Pedimos a la policía que nos eche una mano con esta situación que se ha tornado desesperante porque no hace distingo entre niños, adolescentes, mujeres, hombres y abuelitos.gf
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl