La Casa Blanca expresó este jueves «preocupación» por la adopción en China de una polémica ley que impone mayores controles a las organizaciones no gubernamentales de origen extranjero y llamó a Pekín a respetar «los derechos y libertades» de los defensores de los derechos humanos.
«Estados Unidos está profundamente preocupado» por la nueva ley que «reduce aún más el espacio para la sociedad civil en China», indicó Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
«Llamamos a China a respetar los derechos y libertades de los defensores de los derechos humanos, los periodistas, las asociaciones civiles (…) y todos aquellos que hacen parte de la sociedad civil, y en particular a proteger la capacidad (de actuación) de las ONG extranjeras».
La ley aprobada por el parlamento chino, controlado por el Partido Comunista y que entrará en vigor en enero, estipula que la policía será la única institución que podrá inscribir a organizaciones extranjeras.
El registro de una ONG podrá ser anulado cuando se estima que una organización alienta la «subversión» o el «separatismo», según la nueva ley.
Igualmente las ONG extranjeras deberán comunicar su programa anual de trabajo y sus cuentas financieras al gobierno y no van a poder reclutar a miembros chinos, salvo si las autoridades les dan autorización.
AFP