Como la esperanza en lo último que se pierde cientos son las personas que se forman diariamente a las afueras de los locales altomirandinos sin saber qué mercancía regulada ha llegado. Se mantienen bajo la sospecha de que en cualquier momento llegue un camión cargado con algo, no importa qué.
“Me dijeron que por allí venía una gandola y como hay tanta gente me quedé”, dijo Yedmely Gómez a las afueras de un negocio atendido por asiáticos donde la cola se apoderaba de media cuadra y doblaba la esquina hasta perderse de vista.
“Como salí temprano del trabajo no tengo nada que hacer. Si no llega nada solo perdí tiempo, pero si llega algo salgo con un artículo en las manos”, añadió, señalando que cada vez son más las personas que hacen cola sin saber qué mercancía hay.
–La situación está crítica. Lo poco que llega no alcanza para todas las personas que se aglomeran en los supermercados y abastos. Falta poco para que lleguemos a un punto sin retorno.
La opinión fue compartida por otra fémina que hacía la cola sin saber si llegarían artículos de primera necesidad, quien afirmó que “la gente va a explotar en cualquier momento. Por allí están diciendo que tras el más reciente aumento el kilo de carne va a montarse en Bs. 6.000, de ser así no me quedará más opción que meterme a vegetariana y no por convicción sino por obligación”, atajó Marlene Rojas, residente del sector 23 de Enero de Los Teques.
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl