Madres más humildes celebran hoy su día “cazando” comida

11-13-H
Entre colas y empujones muchas mujeres vaticinan que pasaran su día. “Una verdadera mamá no puede estar tranquila sino tiene con que alimentar a su familia”.

Marina tenia bien claro este sábado donde celebraría el día de las madres: en una cola buscando leche para sus chamos. Madre de dos niños de tres y un año, es una de las miles de mujeres que se mantienen en la calle desde hace varios meses buscan el alimento de su familia.

“Soy madre soltera, para mi no hay día de la madre, no tengo cabeza para eso, ahorita solo quiero poder comprar leche y arroz para tener que comer”, detallaba mientras hacia este sábado la kilométrica cola para poder acceder a productos a precio regulado en Carrizal.

Marina dejó en casa de su madre a sus hijos, pero otra mamá como Nilma Pérez amanecía ayer con su bebé de cuatro meses en brazo frente al supermercado. “No lo puedo dejar con nadie, aún toma teta y la verdad es que estoy agradecida que así sea, por qué de dónde sacaría leche para darle”, se preguntaba la joven.

Nilma, residente del barrio El Nacional en la capital mirandina, había olvidado que estaba en víspera del Día de la Madre, “si no me lo preguntas ni me acuerdo, con tanto problema y necesidad qué voy a estar pensando en gastos si lo poco que tengo no alcanza ni para la comida”, agregaba irónicamente.

“Antes le compraba una bata de dormir a mi mamá, pero este año ni una flor, todo esta carísimo y la prioridad ahorita es comer”, reseñó. Cuenta que antes trabaja limpiando un local comercial en La Cascada y le alcanzaba para llenar la nevera, pagar los servicios y hasta comprarle algo a sus chamos.

En la actualidad “además de limpiar tres locales comerciales en el día, en la noche ayudo en la cocina de un restaurante en Los Salias, y no me alcanza ni para lo mínimo que es alimentarnos”, puntualizó.

Agrega que la crisis acabó con las tradiciones de los venezolanos, “ya ni en las escuelas los niños pueden hacer las típicas tarjeticas para mamá en su día por la escasez y los altos precios”, indicó.

Tanto Marina como Nilma se niegan a acostumbrarse a la dura realidad que viven, “nunca habíamos presenciado una situación como esta, uno como madre siente un desespero muy grande cuando ve que la nevera está vacía, que el niño tiene hambre y no hay nada que preparar”, agregó Marina.

–La gente esta frustrada, pero la esperanza es lo último que se pierde, estoy convencida que los venezolanos saldremos de esta situación, Venezuela, que es nuestra madre, tiene que levantarse y volver a ser lo que era.

Daniel Murolo – dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo

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