La Guasacaca: El objetivo del revocatorio no es Maduro sino el gobierno

En un país como Venezuela donde el Poder Ejecutivo Nacional ejerce una influencia determinante en la actuación y decisiones de los demás poderes públicos, exceptuando el legislativo, el referendo revocatorio al mandato del presidente se convierte en una necesidad social y en una oportunidad para que sea el pueblo el que participe en un proceso institucional que permita rescatar la necesaria autonomía de poderes que debe existir en un Estado Democrático; pero si además, el este gobierno ha sido incapaz de garantizar a los ciudadanos el ejercicio pleno de derechos humanos fundamentales como la salud, la vida o la seguridad de las persona y de sus bienes; el problema no es cambiar de presidente sino de gobierno y para que eso se materialice es imprescindible que el revocatorio al presidente Maduro se realice antes de 10 de enero del 2.017 (fecha cuando cumple cuatro años en el cargo, porque aunque fue electo en abril del 2.013 se considera que es una continuidad administrativa del mandato de Chávez).

El artículo 233 de la Constitución Nacional establece que cuando la falta absoluta del presidente (como sería la revocación popular de su mandato) se produce durante los dos últimos años en el ejercicio del cargo, el resto del periodo constitucional de seis años lo culmina el Vicepresidente Ejecutivo Nacional de ese momento; y por ese motivo, el revocatorio no se trata de salir de Maduro porque por un asunto personal  sino porque representa un modelo que tiene a este país en la catástrofe total y si el revocatorio se produjera el próximo año significa que él cualquiera que designe como vicepresidente estaría obligado a continuar con las mismas decisiones equivocadas de hace 17 años; sea Aristóbulo Istúriz, Cilia Flores, Diosdado Cabello o quien lo sustituya.

Si sólo se tratara de salir de Maduro, el revocatorio se pudiera activar en cualquier momento de su periodo porque la voluntad de cambio de los venezolanos es mayoritaria; pero el caso es mucho más profundo que un simple cambio de rostro de un presidente.

Se trata cambiar el gobierno, como el primer paso para reestablecer la institucionalidad del país y para crear las condiciones económicas que elimine la inflación criminal y la diabólica escasez que nos acogota. Pero el gobierno sólo es posible desplazarlo si el revocatorio se produce este año 2.016.

Tampoco se puede entender como un proceso que pretenda sustituir en el poder a una elite corrupta e ineficiente como la actual por otra con la misma conducta inmoral, sino como una extraordinaria oportunidad para que el pueblo decida si quiere tener un país normal donde los ciudadanos vivan con dignidad y sean gobernados por autoridades capaces y honestas.

QUÉ SON LOS CLAP´s?. Son los Comités Locales para el Abastecimiento y la Producción, recientemente anunciados por Maduro para supuestamente distribuir alimentos regulados directamente en las casas de quienes hayan sido censados por las Salas de Batalla Bolívar-Chávez, Unamujer, el Frente Francisco de Miranda y los consejos comunales oficialistas, bajo la coordinación del Ministerio de Alimentación; sin embargo, los objetivos reales de este mecanismo paragubernamental en el que el gobierno se fusiona con el partido Psuv son para disminuir el deprimente impacto visual que generan las aglomeraciones de millones de venezolanos que trataban de comprar comida en los abastos públicos Bicentenarios (eliminados), la red Mercal (a punto de desaparecer) y en los negocios privados (casi sin productos), porque de esa forma “esconden” las humillantes colas al “regarlas” casa por casa, aunque eso no implique que haya desaparecido la escasez porque más bien, ha aumentado; y también para ejercer un férreo control político sobre los pocos beneficiados que aún apoyan la “revolución” y así impedir el acelerado proceso de desmotivación y autocrítica que experimentan por el pésimo desempeño presidencial de Maduro.

Por cierto que este invento burocrático está condenado al fracaso porque el gobierno-Psuv no tiene la capacidad organizativa necesaria ni la confianza del pueblo para censarse y las bolsitas de comida que logran sobrevivir a la corrupción de los “vivitos”, sólo contienen el 5% de los productos regulados y, de paso, las entregan con criterios selectivos para los que son camaradas. Otro por cierto: el censo que realizan los Clap´s es gratuito?. Tengo la duda porque en algunos sectores populares de Los Teques están cobrando 20 y 100 bolos por cada registro.

MOSCA CON LAS CONCHITAS DE MANGOS. El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, amenazó con que si en alguna manifestación que organiza La Unidad para exigir que el CNE que cumpla con los lapsos para que el revocatorio presidencial se realice este año, iba a solicitar al organismo electoral que suspenda la consulta popular sobre el mandato de Maduro porque la gente necesita “trabajar” en paz (sólo dos días a la semana “trabaja” la administración pública venezolana).

Esta desfachatez debe servir de alerta para que todas las actividades de calle que organiza la alternativa democrática sean absolutamente pacíficas, a estar pendientes de que cualquier infiltrado gobiernero no  genere una violencia planificada y a controlar algunos radicales opositores que creen que una explosión social representa un mecanismo válido, cuando sería la excusa perfecta para  que despierte el instinto de “gorilas” que aún persiste en algunos militares latinoamericanos y  así “justificar” un Golpe de Estado con el cual le darían “un palo a la lámpara” y el país entraría a un mundo de tinieblas superior al actual, producido por la falta casi total de electricidad. Si a alguien le conviene un desorden callejero generalizado es al propio gobierno. Mosca¡¡¡.

EL CULILLO ES LIBRE. Cuando se observa el desespero de la cúpula del Psuv para tratar de impedir a toda costa que se realice el revocatorio presidencial este año, lo que reflejan es un profundo pavor por la posibilidad de perder los privilegios de haber usufructuado el poder por 17 años.

Están tirados en el suelo como gata patas pa´rriba para que el pueblo no los castigue por el desastre en el que convirtieron a Venezuela a pesar de contar con todos los recursos inimaginables; pero como dicen en el llano “¡tiempo vencido, coleador!”. Les pasó el turno.

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