Preparar la lonchera escolar equivale a Bs. 10 mil al mes

Hacer la lonchera escolar es una labor cada vez más titánica
Hacer la lonchera escolar es una labor cada vez más titánica

Negras. Así se las están viendo los padres a la hora de garantizar la comida de sus pequeños durante el período académico. “Para preparar la lonchera en casa es un estrés porque es muy difícil encontrar pan y/o harina para las arepas, y por el otro lado el bolsillo no aguanta darle 500 bolívares diarios, que es, en promedio, el gasto en una empanada y una malta”.

La revelación corresponde a María Alejandra Robles, madre de una pequeña de 10 años que estaba acostumbrada a llevarse un yogurt, una galleta o una fruta para merendar y que ahora, a duras penas, lleva una porción limitada para comer y un jugo natural de la fruta de temporada.

–Ya está cansada del mango, pero le explico que eso es lo que hay en el mercado; no me puedo descapitalizar comprando un kilo de parchita en 1.200 bolívares que me rinde para un par de días, mientras que uno de mango oscila entre 100 y 200 bolívares y me aguanta la semana entera en casa.

La visión es compartida por otras madres que señalan que solo para enviar desayuno a sus pequeños invierten unos diez mil bolívares al mes. “Eso si le mando la lonchera de la casa; si le diera 500 durante 28 días gastara 14 mil bolívares, un sueldo mínimo solo en el desayuno de un miembro de la familia. Esto es fin de mundo”, opinó Leonor Carvajal, residente de la capital mirandina.

–En mi casa son tres chamos y es una pesadilla diaria pensar en qué enviarles, sobretodo por las limitaciones para adquirir los ingredientes. He erradicado algunos platos como panquecas y empanadas que tanto les gusta para alternar entre sándwich, cuando encuentro pan cuadrado que ya está por encima de los 1.200 bolívares el paquete pequeño, y la harina PAN que solo la encuentro regulada después de protagonizar colas de nueve horas; la otra opción es pagarla en mil bolívares el kilo a mi bachaquera de confianza.

Las galletas que solían ser parte de las reservas de los pequeñines para los antojitos de media mañana o a mitad de tarde son cosa del pasado. “Un paquete de Club Social rebasa los 700 bolívares y las Oreo los 900. Un envase pequeño de quesillo está en 700 bolívares y el yogurt simplemente ya no es una opción, sobretodo en los hogares donde se vive de dos sueldos mínimos”, atajó la entrevistada.

Especialistas recomiendan hacer loncheras más “verdes” para alimentar a los chamos

Reflejo

La crisis es tal que hay representantes que dejan de enviar a los chamos a clase cuando no tienen qué enviarles de comer, lo que se refleja en las mayores tasas de ausentismo en básica, según lo confirmaron docentes consultadas.

“Hemos tenido niños desmayados en clase porque tienen más de 12 horas sin probar bocado; otros más se ponen a llorar porque tienen hambre. Yo he tenido que comprar empanadas para alumnos, pero con mi cestaticket de 6 mil bolívares al mes es una hazaña que no puedo hacer diariamente para los más de 20 niños a quienes les doy clase”, confesó Margarita Jaspe, docente de quinto grado.

–Colegas de escuelas públicas señalan que donde funcionan los comedores la variedad de menú es menor y las porciones cada vez más pequeñas, porque así dependan del Gobierno no escapan a los embates de la escasez de alimentos que está azotando a toda la población venezolana.

Otro problema que está provocando el ausentismo en aula es que los representantes se llevan a sus hijos a hacer colas para acceder a mayores cantidades de productos regulados. “Esta crisis no respeta ni la edad. Los pequeñines saben qué hay y que no en los supermercados porque allí transcurren sus días y fines de semana cazando mercancía”, reconoció otra maestra que se identificó como Dayana Novoa.

–Estamos viendo con preocupación más casos de desnutrición en aula; es evidente la pérdida de peso desde que empezaron el año escolar hasta ahora en muchos alumnos y nos topamos al entrevistar a sus representantes que en sus hogares están haciendo una sola comida al día debido a la situación país.

Ante esta situación que se repite en cientos de hogares altomirandinos, nutricionistas recomiendan incorporar más frutas y vegetales en las loncheras. “Hay que empezar a enseñarles a los niños a comer brócoli y vainita; hacer una lonchera verde para evitar que consuman calorías vacías y realmente se alimenten, lo cual resulta de vital importancia durante la etapa escolar”, dijo Jhonny Varela, especialista en el área.gf

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejlr

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