Atacante de Orlando se inspiró en el grupo EI pero no siguió sus órdenes

El ataque despertó la condena mundial pero también puso bajo la lupa la estrategia antiterrorista estadounidense y las leyes sobre armas
El ataque despertó la condena mundial pero también puso bajo la lupa la estrategia antiterrorista estadounidense y las leyes sobre armas

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó este lunes el ataque y presentó a Omar Mateen como «uno de los soldados del califato en Estados Unidos»

El autor de la masacre en un club gay de Orlando se inspiró en el grupo yihadista Estados Islámico pero no siguió sus órdenes, informaron este lunes las autoridades a medida que surgían detalles del peor atentado en Estados Unidos desde el 11 de septiembre de 2001.

La madrugada del domingo Omar Mateen, un estadounidense de origen afgano, irrumpió armado con un rifle de asalto y una pistola en el club gay Pulse, que celebraba una «noche latina» con espectáculos de drag-queens en esta ciudad turística conocida por sus parques de atracciones.

Tres horas después, 49 personas además del atacante yacían muertas y otras 53 quedaron heridas. Las autoridades de esta ciudad de Florida identificaron ya a 48 de las víctimas mortales, que en su gran mayoría llevan apellidos latinos.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó este lunes el ataque y presentó a Omar Mateen como «uno de los soldados del califato en Estados Unidos».

Pero el FBI sigue investigando si Mateen, nacido en Nueva York hace 29 años, era un yihadista en una misión o un «lobo solitario» inspirado por la propaganda radical islámica para llevar a cabo lo que el presidente Barack Obama denunció como un «acto de terror y un acto de odio».

«Por ahora, no vemos ninguna indicación de que esto fuera un ataque dirigido desde el exterior, y no vemos ninguna indicación de que él formara parte de ninguna red» terrorista, dijo el director del FBI, James Comey.

Pero Comey dijo que el FBI estaba «altamente seguro» que Mateen se «radicalizó» al menos en parte a través de internet y que manifestó trabajar para el líder de EI, Abu Bakr al Bagdadi, en una serie de llamadas durante el ataque.
«Y por supuesto, estamos tratando de entender qué rol pudo haber jugado en la motivación de estos ataques la intolerancia antigay», señaló, subrayando que la investigación aún está en su fase preliminar.

El ataque despertó la condena mundial pero también puso bajo la lupa la estrategia antiterrorista estadounidense y las leyes sobre armas. El sospechoso pudo comprar legalmente un rifle y una pistola a pesar de haber levantado alarmas.
El FBI admitió que había previamente investigado a Mateen, quien vivía en Port St Lucie, Florida, a unas dos horas en automóvil de Orlando, pero lo exculpó de lazos extremistas.

AFP

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