De las 605.727 firmas que anuló el CNE en esta primera fase del revocatorio presidencial al menos 526.365 (86.8%) son subsanables en la próxima recolección del 20 % para activar este mecanismo constitucional, aseguró el politologo y articulista del diario La Región, Sergio Graffe.
El experto asegura que esto es posible gracias a que fueron invalidadas por errores materiales de los firmantes o del personal responsable de coordinar los operativos; “mientras que las otras 79.362 no se pueden reparar por obedecer a otras razones de tipo jurídico, como personas que no están inscritas para votar (53.658), fallecidos (10.953), inhabilitados políticos (1.375), cédulas inexistentes (9.333), menores de edad (3.003), cédulas anuladas (659), hijos de extranjeros nacidos antes que sus padres entraran al país (375) y pérdida de nacionalidad (6)”.
Sin embargo, el grueso de las firmas invalidadas están habilitadas para participar en la fase de recolección del 20 % porque fueron por firmar en estados distintos a donde vota el firmante (97.158), problemas con la impresión dactilar por exceso o falta de tinta (86.105), mal escrito el nombre de Nicolás Maduro o el cargo presidencial (26.161), entre otros criterios subsanables.
“Lo más relevante de todas las anulaciones es que de las 1.957.779 firmas originales que consignó la Mesa de La Unidad ante el CNE, solo el 4.05 % no pueden ser reparadas y las 1.352.052 que pueden ir a validación representan 6.9 veces más de las 195.721 firmas necesarias para cubrir la fase del 1%, y se podrían incrementar en la siguiente fase con la incorporación de las 526.365 subsanables”, explicó Graffe.
Otro elemento importante de este análisis es que el tiempo disponible y el número de captahuellas en todo el país no son suficientes para validar las 1.352.052 porque se trata de 7 horas por día, “que al multiplicarlas por 60 minutos nos 2.100 minutos entre los cinco días y al volver a multiplicarlos por las 300 captahuellas que se supone que serán utilizadas, representa una capacidad máxima de firma de 630.000 validaciones, en el supuesto de que cada firmante consuma un minuto para ratificar su manifestación de voluntad”.
En base a este último aspecto –Graffe reseña- es de suma importancia que el CNE aumente el número de máquinas captahuellas al doble de las supuestas 300 que serán utilizadas y que acondiciones los espacios de las respectivas Oficinas Regionales Estatales porque de lo contrario se podrían crear inmensos “cuellos de botella“ que podría dificultar el normal desenvolvimiento de esta fase del revocatorio.
En el caso del estado Miranda, a pesar de que fueron consignadas 243.888 firmas totales fueron excluidas 70.406 y 173.482 podrán ir a validación en 32 captahuellas que funcionarán en un espacio habilitado en la oficina del CNE ubicada en la avenida Víctor Baptista de Los Teques, al lado de la panadería Modelo; “y esto significa que la capacidad de firmar alcanza a 67.200 personas en los cinco días del 20 al 24, con el agravante de que este último día es feriado y cae fin de semana y habrá un “puente” largo”.
–Sin embargo, aun con esta dificultades diseñadas a propósito para crear una “operación morrocoy”, existe un dato de suma importancia y es que en las pasadas parlamentarias La Unidad ganó en 21 capitales de estado de las 24 en el país (incluyendo el Distrito Capital), y en estas ciudades es donde se hará el mayor esfuerzo de movilización de personas para que validen personalmente sus firmas, que en muchos casos son más que el 1% necesario; pero para facilitar este trámite es imprescindible que las personas verifiquen sus datos previamente en el link especial que creó el CNE en su página web, porque si espera para chequearse en la propia Oficina Regional podría convertirse en un elemento perturbador del proceso debido a que cada no firmante representa un tiempo muerto que afectará validar otra firma.
Daniel Murolo-dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo