“Si los perros firmaran Famproa tuviera refugio”

El refugio de Famproa está colapsado
El refugio de Famproa está colapsado

Hace 20 años que la Fundación Amigos Protectores de los Animales se planteó una meta: Salvaguardar la vida de quienes no tienen voz ni voto, los perros de la calle. Desde entonces y hasta ahora han sido luchas tras luchas, por no llamarlas guerras, las que este grupo mirandino sin fines de lucro han tenido que librar en la búsqueda de un sueño que aparece como añadidura de un país donde reina la negligencia.

Sin embargo, una luz al final del túnel se encendió recientemente. “Ya habíamos perdido la esperanza porque el año pasado el terreno que inicialmente nos había ofrecido la alcaldía de Carrizal, cuyas negociaciones demoraron alrededor de 2 años, lo habíamos perdido sin explicación. Fue luego que en comodato el ayuntamiento nos entregó otro que a pesar de no estar en las mejores condiciones para la construcción del refugio de Famproa, fue aceptado con beneplácito por nosotros”, refirió Marietta Domínguez, vicepresidenta de la organización.

Por su parte, su compañera María de los Ángeles Arteaga comenó que el terreno más allá de ser una petición o una misión, se ha convertido en una imperiosa necesidad para la comunidad, pues en el lugar donde “temporalmente” habitan cerca de 200 cachorros en Colinas de Carrizal, a durísimas penas son alimentados con comida de caballo o atol de fororo, ya que evidentemente Perrarina es un lujo en estos tiempos. Los perros viven hacinados, esto sin contar con la cantidad de quejas por parte de vecinos no adeptos a los animales.

Mientras Arteaga relata el caos, Domínguez recuerda con estupor e interrumpe la conversación para recordar el sacrificio al que fue sometido un cachorro hace 2 años, como parte de un grupo de amenazas recibidas por un presunto taxista de la localidad.

“Es que ha sido mucho lo que nos ha pasado y lo que seguimos viviendo. No basta con que hayamos promulgado ordenanzas, establecido acuerdos con el municipio, creado proyectos, marchas y potazos; cuando la voluntad política y la comunidad no trabajan por un bien común no existen posibilidades de desarrollo. Famproa es Venezuela, pero la diferencia es que los perros no son votantes”, sentencio, Domínguez.

Cientos de perros en situación de calle son atendidos en este albergue

Empresa privada da la cara

Como no todo puede ser malo, Famproa recibió el espaldarazo de Alimentos Congelados La Granja, que a la velocidad con la que debería caminar el gobierno municipal para resolver el problema, hizo de pico y pala la buena voluntad para transformar el sueño en realidad.

“Fue hace apenas semana y media cuando arrancaron los trabajos del refugio. Nuestra alegría no cabía en el pecho y los perros, créannos estaban contentos de mudarse a un lugar digno. Apenas sería el principio de un proyecto que tiene en su esencia refugio, hospedaje y clínica para las mascotas que no tienen dolientes e incluso para aquellas que los tienen, pero no pueden acceder a una clínica veterinaria”, dijo Arteaga.

Finalmente una iniciativa ganar ganar desde todo punto de vista. La empresa La Granja fomentó dicho espacio y así comenzaron. “Estabilizaron el terreno que era impenetrable, colocaron piedra, cabillas, y justo cuando ya íbamos a fundar las bases y vaciar el cemento, sucedió lo peor….”

El terreno donado por la alcaldía

Comunidad inclemente

“Estamos esperando que echen las placas para meternos allí… “si no hay pa los niños menos pa los perros”… fueron algunas de las amenazas recibidas por Famproa y los Ingenieros del proyecto, de parte de algunos personeros de la comunidad Potrerito I sector El Prado, quienes sin mediar ni chistar lograron su cometido espantando a la empresa en fracciones de horas.

Semejante escándalo se armó en la alcaldía el pasado lunes “representado” por el director de Ambiente del ayuntamiento carrizaleño, Jesús Chico, donde Famproa intentó explicarle a la comunidad, que por añadidura se apropió de esos terrenos aledaños ilegalmente, el objetivo y misión de la construcción. Pero esta negociación no fue fructífera y empresas La Granja, quienes han asumido una postura heroica soportando improperios y hasta manotones, ratificó su interés en el refugio siempre y cuando se garantice la integridad de sus obreros y materiales.

“Pedimos la presencia del alcalde José Luis Rodríguez como mediador central de esta disputa. Él conoce claramente el caso pero no ha sido posible. Lamentablemente sabemos que el país tiene una agenda política importante, que hay escasez e inseguridad, pero nosotros tenemos todos esos mismos problema, más los 200 perros” fijó Domínguez.

En la amarga espera….

Ambas miembros de Famproa continúan con fe que es lo único que no han perdido, esperando una posición más acertada y contundente del ente gubernamental, una reflexión por parte de una comunidad que exige pero no da. Y por supuesto, apostando por la empresa privada que les dio la cara, porque otras como las encargadas de mancomunadamente trabajar con el Metro, Odrebrecht Consorcio Línea 2, habían asomado las narices pero se enfriaron debido a razones ajenas a su voluntad.

Mientras tanto el atol no alcanza, la comida de caballo no llega; los perros siguen amarrados con diminutas cadenas de mecate al borde de una carretera, pasando trabajo como lo pasan quienes hacen las eternas colas todos los días a las puertas de los supermercados; estos votan, los perros no. Por eso, y como decía el célebre pacifista Gandhi, “el progreso de un país se mide por el trato que le da a sus animales”gf

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