Artesano lleva 50 años creando objetos y reparando calzado de los tequeños

Print aseguró que ser artesano fue un don innato que Dios le otorgó
Print aseguró que ser artesano fue un don innato que Dios le otorgó

El artesano José Print tiene alrededor de 50 años de experiencia en las creaciones manuales, los cuales ha acumulado entre el bulevar Vargas y un pequeño puesto a las afueras de las mini tiendas de La Hoyada, lo que significa para él un orgullo y la satisfacción de haber reparado tantas piezas de los tequeños.

Los inicios de este insigne artesano fueron en lo que hoy se conoce como Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), donde realizó un curso de talabartería para elaborar diversos objetos con cuero; el aprendizaje duró año y medio aproximadamente.

“Lo primero que se necesita a la hora de manufacturar algo son las ganas, tener buen gusto y los diversos materiales a la mano como el naylon, cuero y algodón para realizar un producto que sea del agrado de los usuarios y resulte un detalle bonito”, alegó Print.

Agregó que su especialidad es arreglar zapatos y sobretodo en estos tiempos tan difíciles, donde los altos costos del calzado prácticamente resultan inalcanzables para que muchas personas puedan comprar un nuevo par. Por ende, los clientes acuden a su pequeño negocio para que les arreglen sus desgastados zapatos.

“Hago esta labor porque me apasiona, además desde muy joven me llamaba poderosamente la atención todo lo referente a la moda y en especial al calzado y diversos estilos de correas. Quizás fue un don innato que nació conmigo, incluso aún después de tantos años sigo enamorado de mi trabajo y ejecuto las cosas como si fueran para mi”, reveló.

Apuntó que la mayoría de las personas quedan contentas con su trabajo, aunque hay algunos que se dedican a vociferar comentarios destructivos; sin embargo, jamás le han quitado las ganas de continuar con su vocación.

También argumentó que es sumamente importante que la juventud estudie y posteriormente desempeñe una profesión, pero igualmente es vital continuar con las herencias culturales que pasan de generación en generación porque aseguró ser docente de profesión y artesano por disposición.

Gracias a la talabartería Print ha logrado sacar adelante su hogar con mucha determinación, asimismo ha sido un motor económico para que su hijo estudie en la universidad. Por tal motivo, le agradece a Dios que de una actividad tan sencilla haya obtenido múltiples bendiciones.

Por último, dijo que actualmente ser artesano es como una destreza en peligro de extinción, y por eso le gustaría más adelante dictar talleres porque hay que buscarle oficio a los muchachos que andan por ahí sin hacer nada e incluso sería una forma de evitar que agarren malos pasos y le tomen cariño al trabajo honrado.gf

Gerardo Contreras-gerardo.contreras@hotmail.com / @gerarls_10

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