Familias se ven “acorraladas” a la hora de adquirir alimentos

Varias personas han optado por hacer una o dos comidas al dí.
Varias personas han optado por hacer una o dos comidas al dí.

“Yo ya no sé qué es hacer mercado; compro lo que encuentro y puedo pagar”, confesó Carmela Echeverría, residente de la ciudad del clima ideal que este lunes se alistó temprano para ir a validar su firma para el revocatorio en la avenida Víctor Baptista.

–Si hago colas de hasta nueve horas por un par de kilos de harina PAN, que dedique un par para tener la esperanza de salir de este gobierno no significa nada; firmo porque dejo de comerme una galleta para guardársela a mi hijo porque no sé si la volveré a encontrar.Porque en lo que va de año no he podido comprar un kilo de carne y porque le he tenido que decir a mi niño que tome tetero de fruta porque leche no hay.

Como este testimonio abundan en los Altos Mirandinos. La escasez de alimentos que se viene arrastrando desde hace meses en el país hace que comer se convierta en una incertidumbre diaria. “Todos los meses elimino un producto de la lista, bien sea porque no se encuentra o porque está excesivamente caro, como es el caso del atún; antes cuando no me daba chance de cocinar me compraba una latica y lo acompañaba con casabe; ahora con todo y lo caro que sale comer en la calle, me resulta más barato un menú ejecutivo que la lata”, dijo Yanitzi Mejías, residente de San Pedro de Los Altos.

–Uno no puede ni meterse a vegetariano porque hasta los productos naturales están por las nubes. Papas, tomate, cebolla, yuca, todo está excesivamente caro, por lo que uno constantemente tiene que estar verificando cuánto tiene en la tarjeta de cestatickets para no excederse. Es angustiante lo que vivimos a diario.

Otras personas, de más bajo recursos, han optado por eliminar una e incluso hasta dos comidas al día. “Los fines de semana que no salgo de mi casa solo desayuno y ceno algo muy ligerito como para engañar al estómago; entre semana desayuno tempranito y almuerzo tipo 4:00 p.m. Al ritmo que van las cosas pronto tocará hacer una comida al día”, confesó Mario Querales.

–Cuando no me da chance de llevarme el almuerzo de mi casa resuelvo con un pastelito de 300 bolívares y una malta; sale más barato que cualquier menú ejecutivo que ronda los 1.900 sin bebida.gf

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejl

Salir de la versión móvil