Salario mínimo solo alcanza para cubrir el 6 % de la canasta básica

En muchos restaurantes señalan que de persistir crisis tendrán que cerrar en diciembre.
En muchos restaurantes señalan que de persistir crisis tendrán que cerrar en diciembre.

Dos veces al día y con esfuerzo. Ese es el número de veces que 2 de cada 10 venezolanos está comiendo al día producto de la escasez de alimentos y los altos precios de lo poco que se encuentra en los anaqueles o es ofrecido de mano de los bachaqueros que inyectan sobreprecio de hasta mil por cierto con respecto al precio marcado de los productos regulados.

“Unos días desayuno y ceno; otros desayuno y almuerzo y otros me aguanto hasta mediodía para hacer la primera comida y devoro cualquier cosita antes de acostarme”, reveló Mireya Gómez, quien ayer optó por comprar un racimo de mamón por Bs. 300, fruta que degustó antes de irse a la cama.

–Hasta hace tres años no solo hacía mis tres papas diarias, sino que además hacía un par de meriendas: una a media mañana y otra a media tarde que podía incluir frutas, yogurt o galletas, pero ya un paquete de Club Social de 6 unidades supera los Bs. 1.500, así que las meriendas se extinguieron y cada día es más cuesta arriba cumplir con desayuno, almuerzo y cena pocos en los pocos locales que son abastecidos las colas son interminables y reinan las mafias, entonces vas supuestamente para ahorrar, pero si te tienes que bajar de la mula con algún funcionario no terminas ahorrando nada.

El otro martirio de los venezolanos es lo poco que rinde el dinero. Según el coordinador municipal de Juventudes de Voluntad Popular en el estado Zulia, Víctor Barboza, un sueldo mínimo 15.051 bolívares solo rinde para cubrir el 6 % de la canasta básica que, según el Centro de Documentación y Análisis Social de La Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM), ronda los 226 mil 462 bolívares, número que sigue fluctuando conforme avanzan los meses.

“Tengo dos hermanas en Chile y cada vez que leen noticias como el aumento de la ingesta del mango ante la escasez de comida me llaman porque simplemente no pueden creer al límite que hemos llegado”, dijo Nohelia Camargo, quien pese a la crisis se niega a abandonar el país que hace 10 años le permitió comprarse apartamento y carro y dos años más tarde montar su negocio propio.

–Cuando entro en desesperación al ver vacía la nevera yo misma me animo diciendo que esta situación no puede durar mucho más porque la gente literalmente está muriendo de hambre, los casos de desnutrición están disparados en niños y adultos y ya no se trata de una situación que solo afecta a un sector, está atacando a todos los venezolanos por igual.

Ingenio a mil

La escasez y la inflación han dado pie a la creatividad de los criollos, quienes resuelven los teteros de los niños con agua de maíz, mientras que a falta de azúcar endulzan los jugos naturales con jarabe de goma, producto que comienza a escasear en las licorerías de la localidad.

“Con la producción paralizada no se puede superar el desabastecimiento. Creía que había descubierto el agua tibia al utilizar el jarabe y resulta que cuando fui a comprarlo de nuevo ya estaba agotado. Todos los días es un conflicto existencial comer porque cada día hay menos opciones en el mercado”, opinó Rafael Querales, residente de Trigo Dorado.

–Ya ni en 40 mil bolívares encuentras la paca de Harina Pan, lo que quiere decir que no le está llegando ni siquiera a los bachaqueros y eso para mí si es una señal de alarma, porque si no encuentran ellos que son los consentidos, que quedará para el resto de los mortales como yo.

Santamarías

abajo

La problemática afecta por igual a amas de casa y comerciantes del ramo alimenticio, muchos de los cuales han sucumbido ante las presiones e incluso están pensando en cerrar las puertas. “Cada día todo está más caro y se encuentran menos ingredientes. Estamos evaluando mantenernos a flote hasta diciembre, pero si la situación se mantiene y el número de comensales sigue bajando vertiginosamente lastimosamente nos veremos obligados a cerrar”, dijo Gerardo Verde, encargado de un local en el casco central de la ciudad, donde el costo del menú ejecutivo varía cada 15 días.

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

 

Salir de la versión móvil