Más de 35 mil cruzan la frontera en busca de comida y medicinas

Miles de personas abarrotaron los supermercados de Cúcuta
Miles de personas abarrotaron los supermercados de Cúcuta

Efectivos anti disturbios de las fuerzas de seguridad colombianas tuvieron que tomar centros de compras para controlar el ingreso de venezolanos y evitar accidentes durante la compra

En al menos dos establecimientos efectivos de los cuerpos de seguridad colombiana  tuvieron que hacer presencia para controlar la cantidad de compradores.

El masivo paso de venezolanos la mañana de este domingo a Cúcuta generó preocupación y caos en algunos sectores de la referida ciudad colombiana, según reportaban este domingo medios locales.

Después de cruzar la frontera, reseñó el diario La Opinión, los miles de venezolanos se dirigieron a las casas de cambio para hacer el canje de bolívares. De ahí se trasladaron a los principales supermercados del centro de la ciudad para hacer las compras, pero ante la masiva demanda, los establecimientos quedaron desabastecidos.

Las personas adquirieron productos básicos como huevos, harina, arroz y papel higiénico entre otros, siempre con la preocupación puesta en lo que se les permitiría ingresar a su país.

En horas de la mañana, el gobernador del Norte de Santander (Colombia), William Villamizar Laguado, dijo que en la frontera solo se dejarán pasar productos de la canasta básica.

Por varias horas venezolanos pudieron comprar comida y medicinas en Colombia

En supermercados como El Ideal y Los Montes, efectivos anti disturbios de las fuerzas de seguridad colombianas tuvieron que hacer presencia para controlar el ingreso de personas y evitar accidentes durante la compra.

Una situación que generó largas colas en las afueras de los establecimientos. Sin embargo, esta y otras estrategias como ofrecer transporte gratis a los que compren en sus supermercados, fueron puestas en marcha por los dueños de los centros de abasto cucuteños para atender a la masa de venezolanos y así reabastecer sus negocios con productos que escaseaban.

Como pólvora en las redes
A lo largo de toda la semana los mensajes corrían raudos por las redes sociales; la cita se concretaba con rapidez para el domingo 10 de julio al pie de los pasos binacionales de Táchira, donde hombres y mujeres iban dispuestos a enfrentar todos los obstáculos para romper la prohibición que desde hace más de 11 meses impone el estricto cumplimiento de controles para permitir un limitado paso de personas entre Colombia y Venezuela, beneficio al que solo acceden enfermos, estudiantes y viajeros.

En la fecha prevista, muy temprano en la madrugada, comenzaron a aparecer las primeras personas, aún incrédulas respecto a las informaciones oficiales de que en la jornada anterior aseguraban que el paso se abriría sin restricciones a partir de las 6:00 am y a lo largo de todo el día.

Abundaban las historias de escasez de medicinas, como el caso de un obrero de 65 años que realizó un viaje de 35 horas por carretera desde Ciudad Bolívar para buscar en Cúcuta una dosis de insulina que le permita recuperar la salud de su madre.

En al menos dos supermercados efectivos de los cuerpos de seguridad colombiana tuvieron que hacer presencia

Llegada la hora, las autoridades de la Guardia Nacional iniciaron el paso solo exigiendo presentar la cédula de identidad venezolana, aunque a los medios por momentos intentaron restringirles el trabajo. «No queremos shows mediáticos», decía el capitán a cargo de las operaciones de ese día; estas objeciones no lograron frenar el trabajo de recoger la experiencia del primer lote de venezolanos que en medio de las primeras luces del alba pasaron una frontera cerrada desde hacía casi un año.

Ellos pasaron en silencio, circunspectos; quizás porque su paso iba acompañado por una carroza que portaba el féretro de un menor cuyos familiares intentaban hacer pasar a territorio colombiano para su sepelio.

Los minutos transcurrían y la gente, cual hormigas, salía de las calles laterales desde todas las direcciones para concentrarse en la avenida Venezuela. Pronto fueron cientos y un poco más tarde fueron miles.

Tal acumulación de personas superó la capacidad de atención de las autoridades de migración, quienes pidieron retrasar un poco el flujo, lo que caldeó los ánimos de los presentes que se abalanzaron sobre las barricadas e irrumpieron en estampida al Puente Internacional Simón Bolívar, pasando inmediatamente al lado colombiano de la frontera.

Antes de las 8:00 am las filas de personas se formaban a las afueras de las casas de cambio y los comercios de La Parada, desbordaban las unidades de taxis y colectivos que aguardaban allí la llegada de los venezolanos, quienes rápidamente se dirigieron a los comercios de Villa del Rosario y el centro de Cúcuta.

Foto: Redes sociales / La Opinión

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