Cinco personas, tres agentes y dos civiles, murieron el lunes en Kazajistán, donde se han producido varios ataques contra cuarteles de la policía y de los servicios especiales en Almaty, capital económica de este país de Asia Central.
La policía explicó que dos asaltantes habían sido desarmados y arrestados, pero no especificó si había otros agresores.
Algunos medios los describieron como radicales islamistas, aunque por el momento no ha habido confirmación oficial.
El presidente Nursultan Nazarbayev, de 76 años, presidió una reunión de emergencia con su consejo de seguridad en respuesta al ataque, indicó su servicio de prensa.
El primer detenido está acusado de haber matado a un residente local durante el robo de un coche y de haber atacado una comisaría de policía hacia las 11H00 (5H00 GMT), disparando a un oficial y quitándole su arma, según el comunicado. El sospechoso disparó a dos agentes cuando lo persiguieron para arrestarlo.
Del segundo detenido, las autoridades no dieron ninguna información.
Estos incidentes, poco frecuentes en un país relativamente estable, se producen apenas un mes después de varios ataques contra una base militar y armerías atribuidos por las autoridades a islamistas, que dejaron siete muertos a principios de junio en el oeste del país.
Las autoridades han mostrado su preocupación ante el auge del islamismo radical en este país de mayoría musulmán suní.
«La alerta antiterrorista ha sido elevada a su máximo nivel en Almaty tras los ataques de desconocidos contra un puesto de policía y el departamento del comité de seguridad nacional», anunciaron el lunes los servicios especiales kazajos (KNB) en un comunicado.
El precedente de Aktobé
Los tiroteos en varios barrios de la ciudad por la mañana también dejaron al menos siete heridos, según testigos citados por los medios locales.
La estación ferroviaria de Almaty había sido evacuada por la policía tras una alerta de bomba, según la antena local de los servicios de situaciones de emergencia.
«Se está produciendo una operación antiterrorista en Almaty» anunció el ministerio de Interior, llamando a los habitantes a quedarse en casa.
En junio, siete personas murieron en ataques similares en Aktobé, al oeste de Kazajistán y 18 atacantes fueron abatidos.
Nazarbayev, que dirige el país con mano de hierro desde la época soviética, había acusado a los islamistas radicales de encontrarse detrás de los atentados y prometió «el castigo más severo» a sus autores.
La ciudad de Aktobe, de unos 400.000 habitantes, vio en 2011 el primer ataque suicida en el país, que se dirigió contra los locales del KNB.
A finales de 2014, los servicios de seguridad afirmaron que unos 300 kazajos habían viajado a Siria para combatir en las filas del grupo Estado Islámico (EI) y otros grupos yihadistas. Desde entonces, el fenómeno se ha amplificado.
AFP