Degollan a cura en su iglesia al noroeste de Francia

Los agresores fueron abatidos al salir de la iglesia por miembros de la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI)
Los agresores fueron abatidos al salir de la iglesia por miembros de la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI)

El ataque, en el que hubo toma de cinco rehenes. comenzó hacia las 09H30 (07H30 GMT), en plena misa

Un cura fue degollado este martes en una pequeña iglesia del noroeste de Francia, un nuevo ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI) que sume al país en el desconcierto y estupor, sólo doce días después de la matanza de Niza.

«Los atacantes de la iglesia normanda son soldados del Estado Islámico que realizaron el ataque en respuesta a llamados a atacar países de la coalición» internacional que combate al EI en Irak y Siria, según Amaq, un órgano de propaganda del grupo yihadista.

El ataque, en el que hubo toma de rehenes. comenzó hacia las 09H30 (07H30 GMT), en plena misa. Cinco personas se encontraban en esta iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, una localidad normanda de 29.000 habitantes a 125 kilómetros de París, cuando dos atacantes entraron al recinto, al grito de «¡Allah Akbar!», según un testigo.

Los agresores fueron abatidos al salir de la iglesia por miembros de la Brigada de Búsqueda e Intervención (BRI), especialista en secuestros, que habían rodeado el templo.

«Pensaba que (los atentados) solamente ocurrían en las grandes ciudades y que nunca podrían llegar hasta nosotros», reaccionaba, incrédula, Joanna Torrent, una empleada de una tienda de Saint-Etienne-du-Rouvray.

Tres rehenes fueron liberados sanos y salvos y un cuarto, un feligrés, se encontraba entre la vida y la muerte.

El cura degollado se llamaba Jacques Hamel y tenía 84 años de edad.

Uno de los dos atacantes (abatidos) «estaba fichado por los servicios antiterroristas», dijeron a la AFP fuentes cercanas a la investigación.

El individuo trató de viajar a Siria en 2015 y, al regresar a Francia, desde Turquía, fue puesto en prisión preventiva, acusado de asociación delictiva en relación con una empresa terrorista. Posteriormente fue liberado, con condición de llevar un brazalete electrónico.

El papa Francisco dijo que compartía el «dolor y horror» por este «asesinato bárbaro», indicó el Vaticano en un comunicado.

«Estamos particularmente afectados por esta violencia horrible ocurrida en una iglesia, un lugar sagrado en el que se anuncia el amor de Dios», señala la nota.

Esta toma de rehenes tuvo lugar en un contexto de alerta máxima en Francia, doce días después del atentado en Niza (sureste), también reivindicado por el EI, que dejó 84 muertos y más de 350 heridos.

El presidente francés, François Hollande, que se trasladó inmediatamente al lugar de los hechos, condenó este «vil atentado terrorista».

«Estamos frente a un grupo, Dáesh, que nos declaró la guerra. Debemos desarrollar esta guerra, por todos los medios, respetando el derecho, porque estamos en una democracia», agregó.

La fiscalía antiterrorista tomó a cargo inmediatamente la investigación y un hombre fue detenido preventivamente pocas horas después del ataque.

El primer ministro, Manuel Valls, expresó su horror por este «ataque bárbaro contra una iglesia». «Toda Francia y todos los católicos están heridos. Nos mantendremos juntos», escribió en Twitter. Valls había advertido hace una semana que Francia debía prepararse a ser blanco de «otros atentados».

AFP

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