La propuesta se materializaría en unos cascos inteligentes con un sistema de cancelación de ruido para que el oído solo se centre en la música que quiere escuchar.
Para evitar peligros, o que podamos distraernos cuando alguien reclama nuestra atención, el dispositivo velará por nosotros mediante un micrófono inteligente que sustituiría a nuestro oído y encargaría de registrar todo lo que sucede fuera.
El mencionado micrófono se complementará con un sistema capaz de reconocer palabras y comandos de uno o dos términos. Una de las posibilidades que ofrecerá será la de detener la música cuando las oiga.
De esta forma, por ejemplo, se podrá garantizar que cuando alguien diga nuestro nombre, estaremos disponibles sin que ello interfiera con la posibilidad de evadirse de los ruidos cotidianos. Algo que muchos agradecerán a la hora de, por ejemplo, concentrarse para trabajar.