Artesano tequeño tiene 20 años ofreciendo invenciones en madera

Tallar pequeñas figuras a bajos relieves es su mayor destreza
Tallar pequeñas figuras a bajos relieves es su mayor destreza

Los días transcurren con un paso abrumador y entre las diversas tareas cotidianas muchas veces las personas no se detienen a detallar su alrededor, aunque sin entrar en detalles es notoria la cantidad de trabajadores populares que se colocan en las aceras y calles de la localidad.

Por tal motivo, quisimos tomar un momento para dar a conocer la historia de Ramón Linares, artesano desde niño y quien a diario se ubica en su taller de la avenida La Hoyada y vende sus numerosas invenciones.

“Arranqué cuando era muy joven a aprender todas las artes manuales, si se quiere de forma autodidacta, observando a otros compañeros y poco a poco fui puliendo la técnica hasta amarla a lo largo de 14 años en el antiguo bulevar Lamas”, alegó Linares.

Agregó que tiene más de 20 años en el oficio, donde lo que más disfruta hacer es tallar sobre la madera diversas esculturas a bajos relieves; es decir, darle forma a la madera como si fuera un dibujo, lo cual requiere de una excelsa destreza.

Apuntó que hace un tiempo realizó una colección denominada “Héroes de la Patria”, donde destacan las figuras de Simón Bolívar, Guaicaipuro y Francisco de Miranda entre otros insignes venezolanos, y que la exhibió en diferentes partes de Venezuela e incluso en el ámbito internacional.

También detalló que por lo general las figuras tienen una dimensión de 30×20; es decir, 30 centímetros de alto por 20 de ancho, y que tarda entre tres meses y dos años dependiendo de la complejidad de las mismas; sin embargo, dice mantenerse en las calles por falta de cooperación gubernamental.

“Tengo un amplio conocimiento y bagaje en la materia con reconocimientos que me gustaría impartir a las nuevas generaciones para que no se pierda este honorable trabajo, pero en la localidad no existen espacios dedicados a inculcar dicho aprendizaje a los jóvenes”, reveló.

Igualmente manifestó que lo desterraron por siempre decir lo que piensa, aunque a muchas personas no sepan valorar esa virtud. Además, dijo que durante su época como actor de teatro era conocido en la jurisdicción como “Manoa”.

Asimismo argumentó que ama su oficio y que gracias a él ha logrado sobrevivir a lo largo de los años con la venta de su artesanía, entre la que destacan los utensilios de cocina, figuras y pequeños juguetes que prácticamente ofrece a un bajo costo pero que tienen un gran valor sentimental.

Por último, dijo que sueña con llevar sus conocimientos a las comunidades y escuelas para explotar la creatividad de los muchachos, donde el propósito sea ofrecerles una nueva labor que contribuya a formar al hombre del mañana. Desea también que haya un instituto dedicado a este arte y oficio.gf

Gerardo Contreras-gerardo.contreras@hotmail.com / @gerarls_10

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