Hay que trabajar al menos tres días para llevar un kilo de cebolla

Amas de casa cada día tienen menos opciones para sustituir ingredientes. ARCHIVO
Amas de casa cada día tienen menos opciones para sustituir ingredientes. ARCHIVO

Lo que era un infaltable en las neveras venezolanas cada vez escasea más: se trata de la cebolla, cuyo kilo se está cotizando en Bs. 1.600, haciendo cada día más cuesta arriba su adquisición.

“Ya no hay comida para pobre: no podemos comer caraotas ni huevo que se supone que era lo más niche que se podía comer en una casa, y ahora hasta las verduras, hortalizas y frutas están fuera del alcance del bolsillo”, se quejó Milena Blanco, ama de casa que reside en el sector La Yerba Buena de Carrizal.

–No importa que vayas a una feria campesina o a una cadena privada: las cuentas no cuadran para comprar ingredientes tan básicos e indispensables como la cebolla, la cual se utiliza desde el aliño para acompañar la pasta, pasando por las ensaladas. Es increíble lo que estamos viviendo.

La queja fue avalada por otros consumidores, quienes añadieron que el tomate le sigue los pasos a la cebolla, ubicándose en aproximadamente Bs. 1.300 el kilo. “Con tomate y cebolla era suficiente para hacerle una salsita a los espaguetis, pero ahora comprando solo estas dos cositas se te van casi 3.000 bolívares”, reflexionó Yeny Jaspe, habitante de la capital mirandina.

Comerciantes de la antigua avenida Arvelo consultados señalaron que deben lidiar con la misma inflación galopante. “Los que no son productores compran en el Mercado de Coche y allá es la realidad de todo el país: todos los días suben los precios de todo”, dijo Jorge González, vendedor.

–La gente estaba sustituyendo pasta, arroz y harinas por productos naturales, pero la realidad es que estos también se subieron a la montaña rusa de los precios. La mayoría de los productos se cotiza en mil bolívares el kilo, así que los compradores no tienen escapatoria. A muchos se les van los cestatickets solo entre estos artículos. Lo bueno es que son saludables; lo malo es que el cuerpo también pide carne y pollo.gf

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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