«La Traviata», una adaptación teatral de la novela de Alexandre Dumas «La dama de las camelias» (1852), se estrena en Chile después de 100 años de ausencia, en coproducción con el Teatro Colón de Buenos Aires.
En su actual temporada 2016, el Teatro Municipal de Santiago diseñó, según sus responsables , una programación «heterogénea, interesante y sorprendente», trayendo de regreso a Chile producciones no representadas en más de cien años, entre ellas «Tancredo», de Gioachino Rossini; «La Bohème», de Puccini; «La Gioconda», de Ponchielli, y ahora la imperecedera «La Traviata».
En esta oportunidad, la dirección musical está a cargo del maestro ruso Konstantin Chudovsky y del director de la Orquesta Filarmónica de Santiago, Pedro-Pablo Prudencio.
Por su parte, la puesta en escena, escenografía y vestuario deslumbra en manos de Pablo Núñez, un diseñador chileno que en esta ocasión apuesta por la «tradición y la elegancia».
«La Traviata» es una historia que desborda drama, romanticismo y posee un desenlace trágico que emociona, lo que la ha convertido en una ópera insigne y especial por su carácter realista y contemporáneo.
La obra maestra, que narra el amor entre Violeta, un personaje inspirado en la vida de una famosa cortesana parisiense, y el noble Alfredo, está en la lista de las piezas líricas más representadas desde su fracasada aparición en el Teatro La Fenice de Venecia en 1853.