Desarrollan nuevos recubrimientos autolimpiables contra microorganismos

Los recubrimientos desarrollados son decorativos y protectores
Los recubrimientos desarrollados son decorativos y protectores

Los responsables del proyecto son el investigador Alexander Santiago junto a otros miembros del departamento de Ciencia y Tecnología de Polímeros de la Facultad de Química de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU)

Un grupo de investigadores de la Universidad del País Vasco, modificaron las propiedades superficiales de ciertas pinturas para crear recubrimientos resistentes a los microorganismos.

El investigador líder del proyecto, Alexander Santiago junto a otros miembros del departamento de Ciencia y Tecnología de Polímeros de la Facultad de Química de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), lograron desarrollar tres tipos de recubrimientos funcionales con resistencia a los microorganismos y que además tienen propiedades autolimpiables y antirreflejantes.

Esto se alcanzó tras el proceso de modificando la superficie de las pinturas, consiguiendo variar sus propiedades o sus posibles aplicaciones, a un menor costo, en comparación con los materiales que existen en el mercado. Esta información fue reseñada en la revista la revista Progress in Organic Coatings.

Los recubrimientos deben, además de ser decorativos y protectores, impartir otras propiedades adicionales como, por ejemplo, baja adherencia a los microorganismos, facilidad de limpieza o propiedades autorreparables.

De esta manera los recubrimientos funcionales, han de requerir del control de las propiedades tanto físicas (fundamentalmente de la morfología) como químicas de las superficies generadas.

La investigación de Santiago en su fase inicial, ha sido proyectada para pinturas de barco, propiedades autolimpiables (pinturas hidrófobas) y propiedades antirreflejantes (para recubrimientos de pantallas de móvil o de lentes de lentes).

Este desarrollo siguió por igual los avances llevados a cabo por un grupo de investigación de IBM Almaden Research Center San Jose en Estados Unidos, Alcanzando científico múltiples ensayos y pruebas, en las tres líneas anteriormente citadas, para conseguir materiales funcionales con las propiedades deseadas.

La reducción de costos, esta reflejada en varias direcciones, como primer acierto, es que el primero de los recubrimientos hidrófobos, exploró un tipo de copolímero que da lugar a una separación de fases espontánea entre sus componentes.

Es decir, “uno de los componentes del copolímero (el poliuretano) confiere la adhesión al sustrato y la mayor parte del otro componente (el siloxano) queda en la superficie, lo que genera mayor rugosidad, y como además es hidrófobo evita la adhesión de los organismos”, explica Santiago.

A través de varias mediciones se llegó a comprobar que la hidrofobicidad del sistema, dependía en mayor medida de la rugosidad que de la concentración de siloxano en la superficie.

Los mejores resultados se obtuvieron pulverizando esas nanopartículas sobre películas acrílicas y así se generó una superficie superhidrófoba, con muy buenas propiedades autolimpiables, además de una resistencia elevada.

Para obtener características antirreflejantes, las películas deben presentar un índice de refracción inferior al del sustrato, lo que se puede lograr introduciendo porosidad en ellas.

Pero la presencia de los poros hace que las superficies antirreflejantes no presenten propiedades mecánicas adecuadas para su procesado.

En ese sentido, se estudió la relación porosidad/resistencia con respecto al índice de refracción obtenido, y obtuvo valores prometedores.

Según explica el investigador, “todavía queda trabajo por hacer, porque, por ejemplo, las nanopartículas no están del todo bien agarradas y porque el film final con las nanopartículas no es todo lo consistente como nos gustaría.

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