La «borrasca»

Más que quejarnos, aunque eso también es válido, toca es preparar las herramientas y trabajar de manera mancomunada para salir del problema en el cual estamos metidos 

Inicio este articulo agradeciendo a Aporrea por haber publicado los dos anteriores, lo cual fue de mucho agrado, así como a los que me leyeron y las amistades que opinaron al respecto, tanto de forma aveniente como a los que no, a todos gracias.

Este nuevo artículo toma como base un evento natural y muy frecuente dentro de nuestro periodo lluvioso, pero el cual permite extrapolarlo a la situación nacional. El día lunes 15 del presente mes, en horas de la tarde, se suscitó una lluvia con fuertes vientos en el sector donde habito, lo que comúnmente llamamos «borrasca», la cual derribó un árbol frente a la vivienda de mi vecino y obstaculizó todo la vía. Mientras ello sucedía, este servidor se preparó con algunas herramientas, vestimenta y psicológicamente para la actividad (no es algo que se haga todos los días y el cuerpo no está muy acostumbrado a ello), para desmalezar dicho árbol y restaurar el tránsito en dicha calle. Una vez bajada la intensidad de la lluvia, como en efecto sucedió a los pocos minutos, puestos manos a la obra, al instante acompañaron más vecinos, todos con una actitud agradable y divertida, sin quejas ni protestas de ningún tipo, todos trabajando mancomunadamente por un bien común, y en menos de treinta minutos el árbol caído fue cortado y el tránsito restablecido.

Creo que la situación actual es algo parecido a esta borrasca, una crisis puntual del sistema, con consecuencias obviamente más graves que un árbol caído, como lo es el desabastecimiento, la delincuencia, la inflación, etc. Entre muchos otros problemas que se han acentuado en los últimos meses, y los cuales nos hacen vulnerables, como al árbol el viento y la lluvia, a nosotros lo económico y lo social. Pero creo que más que quejarnos, aunque eso también es válido, pues el viento y la lluvia no los controlamos los humanos, la economía y la política si, pues fuimos quienes nos la inventamos, toca es preparar las herramientas y trabajar de manera mancomunada para salir del problema en el que estamos metidos una vez pasada la «borrasca». Dicha preparación se basa en formarnos técnica, moral y culturalmente, para tomar las mejores decisiones del rumbo del país, lo que nos genere un desarrollo sustentable en el tiempo sin menoscabo de los recursos naturales y de otras poblaciones, lograr la mejor administración de los recursos sin el despilfarro como hasta hace unos años se dio, invertir en infraestructura deportiva, educativa y de servicios, por supuesto en todo lo que implica el funcionamiento de estas áreas; así como otras de suma importancia como salud, seguridad y alimentación, que son las que mayor impacto tiene sobre la sociedad. Por supuesto que el principal actor es el Estado y sus diferentes instituciones, pero la población también puede solventar algunos problemas sin esperar la mano milagrosa del Estado o, como todos llamamos, del Gobierno; porque aunque el árbol caído no sea mi culpa, no puedo yo resolver ese problema, más si me perjudica de manera directa y a mis conciudadanos, o debo esperar a que venga la autoridad correspondiente y lo quite y quedarme esperando y quejándome porque no lo hacen. Creo que es más fácil lo primero. Además, se hace algo de ejercicio, que ayuda a la salud física y mental. Por supuesto que ciertos ámbitos no pueden ser abarcados por un grupo pequeño de ciudadanos y que son responsabilidad del Estado; pero hay otros que si y en eso debemos participar, poner nuestro granito de arena, como dice el dicho.

Henry Sarmiento Montilla

aporrea.org

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