A un año captahuellas no han mermado colas ni bachaqueros

Las captahuellas no han funcionado
Las captahuellas no han funcionado

En agosto de 2015 se instalaron las máquinas captahuellas en los supermercados de la región altomirandina. A pesar de la restricción y el control por terminal de número de cédula de identidad y huella dactilar, las largas colas, la pernocta en locales y el bachaqueo (reventa ilegal en mercado negro) han aumentado y el control no ha cumplido su cometido.

Establecimientos como el supermercado San Diego, SúperlLider, Central Madeirense, Todoferta y Farmatodo entre otros continúan con el sistema biométrico que busca controlar la compra por semana a cada consumidor; sin embargo las colas son interminables y el desorden por la presencia de bachaqueros no merma.

Los compradores tardan hasta 10 horas en las filas para lograr llevarse a veces solo una harina de maíz.

Unos 900 clientes esperan a diario para poder comprar cuatro kilos de azúcar y cuatro de harina de maíz precocido en una supermercado de Los Nuevos Teques. Tienen dos días continuos con desórdenes que han ameritado la presencia de funcionarios de seguridad.

Uno de los encargados informó que recibió un camión con los productos a precios regulados. “Todos los días nos llega mercancía. Los consumidores se molestan, pero nosotros no tenemos la culpa de que se hagan largas colas. No sabemos que nos van a enviar, solo recibimos y vendemos”.

Los controles por número de cédula de identidad continúan en la capital mirandina, lo que mantiene molestos a los compradores. “Azúcar no vendieron en toda la semana pasada y ahora no podemos comprar”, dijo Carolina Martínez.

Zulay Arambul señala que está cansada de hacer colas todos los días, pues tiene que dejar su casa desatendida para buscar los alimentos que están escasos. “Esta situación es insostenible”./PDO/gf

Pola Del Giudice Ortiz-pdegiudice@diariolaregion.net/@polita26

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