LOS TEQUES. Habitantes de la comunidad Los Cedros, específicamente en el kilómetro 31 de la carretera Panamericana, expresaron que viven en la desidia, pues diversos servicios públicos son deficientes e incluso muchos no existen. Además, dijeron que gracias a la montaña es que pueden abastecerse de agua porque Hidrocapital no ha terminado los trabajos de conexión del tubo matriz.
“Nosotros hemos llamado en múltiples oportunidades a los representantes de la empresa hidroeléctrica, ya que han pasado varios meses y aún no terminan de conectar el tubo que distribuya agua en toda la colectividad”, aseveró Irma Ramírez, lugareña.
Agregó que se han acercado hasta Hidrocapital en muchas ocasiones, aunque la respuesta reiterativa es que “enviarán” al personal para que culmine dicha labor; sin embargo, siempre se quedan esperando y ya se encuentran cansados de la misma situación.
También reveló que todos en el lugar deben cargar agua; es decir, acudir hasta una zona montañosa detrás de la comunidad para cargar con recipientes y de esa forma realizar la comida, y la limpieza en el hogar. “La mayoría de personas que hacemos vida en el sector somos humildes y no contamos con los recursos para costear un camión cisterna”, sentenció.
Añadió que durante las campañas electorales a pocos se les dotó con tanques de agua, por lo que hay numerosas familias que aún esperan el beneficio prometido en diciembre.
Concluyó diciendo que es necesaria la pronta conexión del referido tubo, lo cual significaría un alivio para ellos y no tendrían que estar cargando agua como en tiempos de antaño.
Matorrales impiden visibilidad
“Hace varios meses que no viene la cuadrilla de limpieza de la alcaldía, por eso los matorrales impiden la visibilidad en la zona. Nosotros podemos pagarle a un persona para que haga el trabajo, pero la idea es que ellos envíen a su gente de Servicios Guaicaipuro (Serviguaicaipuro) porque para eso fueron contratados, para mantener limpias todos las áreas de la ciudad y comunidades del municipio”, recalcó Frank Rodríguez.
Inseguridad desbordada
Los referidos habitantes expresaron que los delincuentes los roban a cada momento, específicamente en horas de la mañana en la entrada principal del sector, cuando se dirigen a sus respectivos lugares de trabajo. Por eso desean que exista mayor presencia policial en horas de mayor vulnerabilidad; es decir, al momento de salir a laborar y después de las 6:00 pm.
Según los afectados, los asaltos son cometidos por motorizados armados que hacen de las suyas en dicho sector, lo cual los hace estar pendientse de todo al instante de dejar sus hogares. Por ende, hicieron un llamado para que los cuerpos de seguridad tomen cartas en el asunto.
Aguardan distribución de los CLAP
Vecinos manifestaron que se hallan desesperados, ya que tienen tres meses esperando la distribución de los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), lo cual significaría una solución momentánea al obtener los productos alimenticios porque muchos de ellos (harina de maíz, pasta y arroz, entre otros) están escasos en los establecimientos de la ciudad o se debe realizar una cola de 48 horas para adquirirlos.
“La única vez que llegaron los CLAP trajeron alrededor de siete productos, lo que prácticamente no alcanzó para más de una semana. El precio que se pagó por ella fue muy elevado; ojalá la próxima esté al alcance de los lugareños”, reveló Marisol Berroterán, vecina.
Terminó su participación manifestando que actualmente es urgente la entrega de las bolsas del CLAP porque ya están cansados de comer sardina o jojoto; señalan que igual pasan hambre y muchos adultos se acuesten sin comer por guardarle la comida a sus hijos.gf
Gerardo Contreras
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Foto: Irbel Useche