En ella se concentra la mayoría de las sede del poder local, regional y nacional. Durante años fue la único conexión que tenían los tequeños para poder acceder a una de las parroquias más pobladas de Guaicaipuro: San Pedro de los Altos.
Durante años fue la única conexión de Los Teques con la parroquia San Pedro de los Altos.
La calle Guaicaipuro está franqueada por las pocas casas con fachada colonial que quedan en la ciudad; desde la Casa Amarilla, actual residencia oficial del gobernador, pasando por el palacio del Consejo Legislativo de Miranda y medio centenar de casonas del siglo pasado, conserva la esencia de la que era considerada la ciudad del clima ideal.
“Tengo toda mi vida viviendo acá, ha sido gracias a los propios vecinos que se ha mantenido la arquitectura de muchas de las casas”, recuerda Milagro Campos. Pero el esfuerzo de la Fundación Los Teques también ha sido importante, en los últimos años iniciaron un programa que consistía en entregar créditos a los vecinos para recuperar sus casas.
Esta simbólica calle pasa igualmente a un costado de la Plaza Bolívar, la única de Venezuela que tiene una sola esquina. “Mi abuela cuenta que al final de esta calle, donde actualmente se encuentra el sector Punta Brava, se encontraba lo que era el cementerio de la ciudad, por lo que a la hora de un entierro había que llevar al muerto en el hombro a lo largo de ella”, recuerda Felipe Reyes.
Sus habitantes esperan que las autoridades tanto locales como regionales trabajen en conjunto para convertir a este sector de la ciudad en un punto turístico, “ya hay algunos restaurantes bellos como La Casa de las Carretas, sin duda solo hace falta voluntad política”, agregó Reyes.
Richard Ereipa