Miranda: entre santos y vírgenes

 

La enorme imagen de la Virgen del Carmen, ubicada en la entrada de Higuerote, se ha convertido en un icono de esa población turística.

Si algo caracteriza la tierra mirandina no es solo las playas, valles o montañas; las creencias religiosas forman parte importante del día a día de los habitantes de esta noble tierra venezolana.

 En Miranda hay dos estatuas de gran tamaño en honor a la Virgen del Carmen, una ubicada en El Jarillo y la segunda en Higuerote.

Alberga arraigadas creencias religiosas y culturales, que lo han llevado a posicionarse con dos de los principales Patrimonios de la Humanidad por la Unesco en Venezuela, como lo son los Diablos Danzantes de Yare y la Parranda de San Pedro.

Y así como los Diablos y San Pedro, San Juan también tiene su día. Aunque es conmemorado a nivel nacional, es en Curiepe donde más se hace sentir cada 24 de junio, por parte de creyentes y devotos, en medio de los tambores que parecieran reventar.

Vivienda, complejos hoteleros y comercios colman la recta de Higuerote, avenida por la que se accede a la población costera.

La Virgen del Carmen es patrona de los pueblos del oriente mirandino, como Araira e Higuerote, cada 16 de julio se le rinde culto a través de su Alfombra de Flores, decretada en el 2006 como Patrimonio Cultural de Miranda.

Sumado a ellos, se le añaden las fiestas de la Cruz de Mayo, las Fiestas Patronales de Santa Rosa de Lima, Cristo de la Salud de Petare, entre otras manifestaciones, cargadas de valores culturales, religiosos e históricos, que enaltecen al estado Miranda.

Y así como estas tradiciones, numerosas iglesias, plazas y monumentos religiosos se alzan por todo el estado Miranda, para recordar tanto a propios como a visitantes, su devoción y agradecimiento hacia estas imágenes.

Pola Del Giudice

 

 

 

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