Con una bonita Misa de Acción de Gracias, el pueblo de Río Chico celebró los 103 años de la abuela Felipa Galarraga de Sánchez, la adulta mayor más longeva del programa de la tercera edad del Gobierno de Mirada y de toda la entidad barloventeña
Ya suma, entre nietos, bisnietos y tataranietos, una herencia de más de 60 personas. Doña Felipa nació el 14 de septiembre de 1913, cubierta con el manto de Nuestra Señora de las Mercedes, en la población de Caño de Urape.
Desde niña se dedicó a trabajar en casas de familia regalándoles a muchos comensales el rico sabor de sus manjares. Cuenta que hizo bastante hallacas, majaretes, dulce de lechosa, arroz con leche y arepas. “Yo fui una cachifa, puro cocinar. A veces me agarraba la mañana en la cocina”, dice entre risas. Después, se dedicó a viajar con grupos religiosos católicos dada su fe. “Estuve hasta en La Grita”.
“Comer bien, no mortificarse tanto y no beber tanta aguardiente”, es el secreto, según la abuela, para llegar a los 103 años. “Yo no fui mujer bebedora y nunca me fumé un tabaco ni un cigarro. Eso sí todo lo que me gustaba me lo comía, sobre todo las frutas y vegetales. Desde siempre he comido pura comida natural”, afirma.
El presidente de Abuelos Miranda, Luis Francisco Cabezas, estuvo en casa de la abuela Felipa para compartir junto a familiares y vecinos de Río Chico un feliz cumpleaños. “Siempre queremos estar pendientes de nuestros abuelos y a ella le deseamos miles de bendiciones. Felipa es la demostración de que somos un país que está envejeciendo más y que por tanto supone un reto para nosotros, como hacedores de políticas públicas, diseñar planes adaptados a las necesidades de una población que cada día va a envejecer más”./NDP