Para que una familia de 5 personas desayune en la calle debe destinar al menos Bs. 5 mil

Una empanada pequeña se cotiza en Bs. 600 y un jugo natural pequeño en 400.ARCHIVO
Una empanada pequeña se cotiza en Bs. 600 y un jugo natural pequeño en 400.ARCHIVO

Cuando el calendario marcaba quincena lo normal era ver locales de venta de comida repletos; ahora, solo desayunar en la calle representa un reto para el bolsillo de los venezolanos, sobretodo de aquellos que devengan un sueldo mínimo recién estrenado en Bs. 22 mil.

“Antes en quincena, fines de semana y cobro de cestatickets mi familia y yo comíamos en la calle; ahora para que un grupo promedio desayune una empanadita y un juguito natural hay que gastar 5 mil bolívares, prácticamente media quincena en solo una comida de las tres que en teoría deben hacerse al día, y de paso uno queda con hambre porque típico que antes uno se comía hasta tres empanadas en una sentada”, reflexionó Carmelo Rojas, padre de tres pequeños de 3, 5 y 10 años.

–Antes uno podía comer en casa en una mañana carente, de esas que te agarraban pelando antes de final de mes, una galleta de soda con un café negro bien cargado; ahora la primera está muy cara y el segundo no se encuentra; los almuerzos siempre incluían carne, pollo o pescado, así como tajadas. Ahora 2 kilos de plátano están, como baratos, en 2.000 bolívares. Cenar arepa con perico es un recuerdo, lo peor es que se supone que eso representaba la comida de los pobres.

La queja es recurrente en cientos de hogares de los Altos Mirandinos, donde la escasez de alimentos y los altos costos marcan la pauta en la dieta diaria, situación que se hace extensiva al resto del país según se refleja en un informe de la Fundación Bengoa que revela que entre los años 2012 y principios de 2015 las familias de los estratos más pobres se alimentaban con mayor variedad de alimentos que hoy. “Estaban comiendo de 10 a 12 grupos alimenticios que representan entre 25 y 28 alimentos distintos por día. Ahora están comiendo 2 o 3 grupos alimenticios que no son más de 5 o 6 alimentos diarios. Es una dieta muy poco diversa, de bajo tenor de nutrientes críticos como la proteína animal y vegetal, y de bajo tenor de nutrientes como el hierro”, afirmó Susana Rafalli, nutricionista de Bengoa.

El huevo que era una proteína infaltable en las cocinas de los criollos, cada vez se ve menos ya que para comprar un cartón hay que destinar mínimo Bs. 3.600, número que varía conforme avanzan las semanas.

“Yo soy docente adscrita a la Gobernación del estado Miranda y mi quincena no rebasa los 5.000 bolívares, lo que me alcanzaba, a duras penas, para un cartón de huevos y un poquito de queso; ahora con el bochinche que tienen con la tarifa del pasaje trabajaré solo para movilizarme porque diariamente agarro cuatro autobuses y un par de jeeps para trasladarme de mi casa al trabajo y viceversa”, dijo Jacqueline Dos Santos, quien no sabe qué es comer en la calle desde hace unos cuatro meses.

–Solía darme un gustico en la calle al menos una vez al mes, pero al ver que cada vez que iba a cancelar el menú estaba no 100 sino hasta 500 bolívares más caro, tuve que erradicar esta práctica (…) Me toca comer como conejo para rendir lo más posible mi paupérrimo ingreso mensual que completo dando clases particulares y con tareas dirigidas durante el receso escolar; de lo contrario hubiera muerto de hambre.

Comercios en

pie de lucha

Mientras los comensales se quejan del desequilibrio económico en el cual se ha convertido comer en la calle, los comerciantes señalan que ellos sufren el doble de embates, ya que deben lidiar con la compra de comida para mantenerse trabajando, así como para sus hogares.

“Es preocupante ver cómo cada día vienen menos personas porque ya el menú ejecutivo más barato está en 2.800 bolívares sin incluir jugo. Estamos tan críticos que tenemos que cobrar el envase para llevar, no estamos incorporando el tradicional trozo de pan ni servilletas porque no encontramos”, dijo Horacio Pérez, encargado de un local en el centro de Los Teques que solía trabajar de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. y que ahora solo labora de 12:00 del mediodía a 4:00 p.m.

–Tuvimos que eliminar la oferta de desayunos porque es un conflicto encontrar harina para la elaboración de las empanadas, así como el aceite; eso sin hablar de lo fluctuante de los precios de la charcutería y lo complicado de hallar azúcar para endulzar los jugos naturales. Hoy en día es sumamente difícil ser comerciante sea el rubro que sea.gf

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejr

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