La tecnología digital amplía la libertad pero requiere prácticas éticas

La tecnología digital está propiciando extraordinarios cambios en la sociedad y en los procesos de industriales, tanto que los avances se van registrando vertiginosamente, pero aún falta cultivar los sentimientos, prácticas éticas para hacer un uso correcto del espacio de libertad ampliada que facilita.

En esta premisa han coincidido los participantes en un debate sobre La transformación que vivimos, con el que ha quedado inaugurado el Hay Festival Segovia 2016, cuya actividad se centrará entre los días 23 y 25 de septiembre próximos.

El filósofo Javier Gomá, director de la Fundación Juan March, que ha charlado sobre la influencia social de la revolución digital con la economista del BBVA Clara Barrabés, y el director adjunto de EL PAÍS David Alandete, ha subrayado que la tecnología digital es un instrumento que amplía la libertad individual, pero se la puede usar tanto para difundir una declaración de derechos humanos como para lanzar una bomba atómica.

No obstante, han ofrecido un mensaje de optimismo y de esperanza en el futuro porque, a juicio de estos expertos, el mundo será más cosmopolita, más preparado y más global que hace cincuenta o cien años: «La tendencia universal a largo plazo es cosmopolita, entendiendo por ello la convicción absoluta de que solo existe un pueblo que es la humanidad y solo existe un principio que es la dignidad», ha matizado Gomá.

En la introducción de este evento, organizado por EL PAÍS, que se ha desarrollado en el aula magna de la IE University -la capilla del antiguo convento de Santa Cruz, del gótico isabelino-, el embajador Simon Manley ha puesto un ejemplo práctico sobre los avances tecnológicos, para llegar a la conclusión de que él ya se encuentra en una «embajada digital».

Ha relatado que, tras la celebración del referéndum para la salida de la Unión Europea, optaron por subir un vídeo a Youtube respondiendo a numerosas preguntas de ciudadanos que les había llegado, dándose la circunstancia de que fue el más visto en la historia del Ministerio de Asuntos Exteriores de su país, superando los dos millones de visitas, con decenas de miles de comentarios en redes sociales.

El embajador se ha mostrado convencido de que las llamadas herramientas sociales les ayudan a conectar con su público.

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