Ventas en mercados populares han caído hasta en 60 por ciento

Mucha gente pero poca compra se observa en los tarantines de la antigua avenida Arvelo.
Mucha gente pero poca compra se observa en los tarantines de la antigua avenida Arvelo.

Entre 40 y 60 por ciento oscila la caída que reportan en las ventas los trabajadores de la Asociación de Vendedores de Mercados Populares de Guaicaipuro (Asovemerpo), donde cada vez se ve más gente pero menos efectúan compras.

“Tenemos el kilo de papas blancas y grandes en 700 bolívares, pero la gente por ahorrarse 200 prefiere llevarse las más pequeñas y con punticos negros. Están sacrificando la calidad para estirar lo más posible el presupuesto familiar”, opinó Nuris López, vicepresidenta del mercado que domingo a domingo es instalado en la antigua avenida Arvelo de la ciudad del clima ideal.

Otros trabajadores achacan la mala racha que se viene arrastrando desde hace varias semanas al hecho de que muchos compradores están enfocados en la adquisición de uniformes y útiles escolares de cara al comienzo del nuevo año escolar.

“En esta época solía registrarse una ligera baja, pero esta vez la situación es verdaderamente crítica. Antes a las 11:00 a.m. pocos eran los puestos que tenían mercancía y este domingo era mediodía y se veían todos los tarantines full de verduras y hortalizas, mientras que quienes venden comida aún tenían empanadas y cachapas a disposición de los caminantes que divagaban sin parecer satisfechos con nada”, dijo Juan Fernández, trabajador del lugar.

–Ha estado flojo el movimiento. No importa cuántas ofertas hagamos, simplemente a la gente no le está alcanzando el dinero ni siquiera para llevarse lo verde. Esperamos que una vez que arranquen las clases se retome el ritmo de ventas porque las personas acuden a nosotros para garantizar la lonchera escolar.

La opinión de Fernández es respaldada por otros compañeros de labores que entre semana ofrecen sus productos en otros puntos de la subregión. “No solo está crítico el panorama para quienes madrugamos domingo a domingo para montar los puestos a orillas de la Av. Francisco de Miranda, sino para quienes laboran en los mercaditos de Carrizal y San Antonio de los Altos, donde se viene repitiendo este patrón”.

–Quienes trabajan con charcutería y productos cárnicos arman sus combitos para intentar darle salida a estos productos que cada vez son más ignorados por las amas de casa debido a sus altos costos.

No faltan quienes han cambiado de rubro. “Trabajaba con la venta de pescado en mi camión pero cada domingo se me quedaba más y más mercancía sin vender, así que solicité permiso para intentar vender víveres que estoy consiguiendo a través de mi cuñado que tiene la posibilidad de viaja a Cúcuta a comprar”, reveló un trabajador consultado, quien solicitó el anonimato.

–Están procesando el permiso. Trabajaría con el rubro de limpieza del hogar e higiene personal: desde cloro, pasando por lavaplatos, detergente, hasta desodorante y champú. Su uso es vital así que las ganancias estarían garantizadas, sobretodo por la poca competencia existente en estos momentos. Antes uno podía ir a la bodega a comprar cualquiera de estos artículos, ahora simplemente es misión imposible.

En las ferias campesinas también se notan los estragos de la inflación.

Compradores

desesperados

“Antes realizaba todas mis compras en el mercadito de la Arvelo, pero ahora con la escasez y los precios tan diferentes toca recorrer al menos unos cinco negocios de índole similar. Empiezo mi recorrido desde el mercado municipal de El Paso, donde suelen vender unos combos, pasando por las ferias que están en el centro de la ciudad y los operativos que eventualmente hacen por la comunidad”, dijo Rebeca Guevara, residente de los bloques de El Paso.

–A veces me llego a un mercadito que instalan por Llano Alto en Carrizal donde venden el kilo de todo lo natural en Bs. 600. Hay que llegar temprano para agarrar lo mejorcito y resolver las ensaladas de la semana; éstas antes eran el acompañante, pero en días críticos son la única comida del día.

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

 

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