Tener un bebé suele ser motivo de ilusión, aunque también de preocupación. Muchas mujeres deben someterse a tratamientos especiales o cambios en su estilo de vida para poder concebir.
Según explica Carolain Murillo, magister en nutrición humana y especialista en Embarazo e infertilidad, “la infertilidad puede ser definida como la incapacidad para concebir después de 12 meses de relaciones sexuales sin protección y afecta aproximadamente a 10 -15% de las parejas.
Este problema puede presentarse por distintas causas entre las que se encuentran problemas endocrinos, ovarios poliquísticos, obstrucción de conductos, etc. Sin embargo, reciente evidencia científica reporta que los factores dietéticos y otras prácticas de estilo de vida modificables pueden también afectar significativamente la fertilidad”.
Por ello, es de gran importancia cuidar la alimentación si se desea tener un bebé. A su vez, resulta conveniente conocer cuáles alimentos pueden afectar la fertilidad de la pareja.
– En la mujer…
Carbohidratos: aquellos con altos índices glicémicos (cereales de desayuno, arroz blanco y papa) se han asociado con un alto riesgo de infertilidad.
Proteínas: un alto consumo de proteínas de fuente animal (más 30% del requerimiento calórico total RCT), puede afectar la ovulación, por lo que se recomienda un consumo máximo entre el 15-20% del RCT.
Lípidos: consumir grasas trans como la margarina, puede aumentar el riesgo de ser infértil.
– En el hombre…
Existen factores que pueden afectar la calidad del semen, entre ellos: Hábito tabáquico, infecciones, varicocele (dilatación de las venas del cordón espermático que drenan los testículos), exposición a metales pesados o tóxicos y el estrés.
También las dietas altas en grasa puede inducir la obesidad, la cual produce una reducción en la fertilidad masculina.
– Recomendaciones para aumentar la fertilidad…
En caso de tener sobrepeso u obesidad, perder peso para restaurar la normalidad de los ciclos menstruales y en el caso de los hombres, para mejorar la calidad del semen.
Controlar la ingesta de carbohidratos en cuanto a cantidad y calidad por sus índices glicémicos y aportes de fibras.
Mantener una alimentación balanceada que incluya lácteos, frutas y verduras por su aporte en calcio y vitaminas.