El tren no llegó. Pese a que su reinauguración fue anunciada con bombos y platillos en noviembre de 2015 en el marco de las elecciones parlamentarias, el tramo entre las estaciones Los Lagos y El Encanto del antiguo ferrocarril de Venezuela nunca entró en funcionamiento.
Hoy día, tras casi un año de silencio oficial sobre las razones por las que nunca fue inaugurado, los trabajos de restauración con lo que buscaban hacer “renacer” uno de los iconos turístico de la capital mirandina fueron destruidos.
“Pareciera producto de un terremoto”, sentencia Claudio Crespo mientras camina entre los escombros de la estación El Encanto; “esto no estaba así hace un mes, evidentemente no fue un movimiento sísmico, fueron vándalos”.
Crespo guió este fin de semana a un equipo reporteril de La Región hasta la antigua estación, ubicada a casi 10 kilómetros de la Los Lagos. Los rieles por donde debió llegar hace casi un año el nuevo tren para su reinauguración están cubiertos de maleza y tierra producto de derrumbes.
Sujetos desconocidos desmontaron varias toneladas de tejas. Puertas, ventanas y escaleras fueron arrancadas, mientras que la cerámica de los sanitarios fue desprendida.
El techo de la estructura, restaurada entre el primer y segundo semestre de 2015, desapareció en menos de un mes según denunció Crespo. Los escombros quedaron apilados en la entrada de la estación, a pocos metros de las nuevas puertas cuyos vidrios fueron reventados.
Un puente ubicado sobre una fuente de agua, estructura nueva construida para su reapertura, fue desmantelado. “Se llevaron las barandas y la madera, dejaron solo el caparazón”, explicó. En las inmediaciones se encuentran al menos seis vagones de los cuales tres fueron dañados, el resto comienza a sufrir el deterioro provocado por el clima.
La destrucción no fue solo en el exterior. Los marcos de las puertas de las habitaciones y salones desaparecieron, fueron arrancados. Al retirar el techo, el agua de lluvia inundó la antigua casona dañando la cerámica recientemente instalada.
En total el gobierno invirtió 640 millones de bolívares en su restauración. “Una semana antes del 6 de diciembre (fecha de las elecciones de la Asamblea Nacional) se realizó una inspección en la que se fotografiaron montados en el tren Elias Jaua, Erika Ortega, Haiman El Troudi, Farith Fraija, Francisco Garcés y Aurora Morales anunciando que lo inaugurarían poco días después;eso nunca ocurrió y no se supo las razones”, detalla Crespo.
Una segunda muerte
El dinero se invertiría, según anunciaron las autoridades, en rehabilitar siete kilómetros de antigua vía férrea y restaurar las dos estaciones (Los Lagos y El Encanto) con la intención de que unos cuatro mil turistas viajaran en la nueva locomotora.
La Región constató que efectivamente tanto la vía como las dos estaciones fueron restauradas; sin embargo, su abandono posterior dio luz verde a delincuentes para desmantelar y destruir El Encanto.
“Esta estación está enclavada en la montaña, muy lejos (a 7 km) de Los Teques; la única manera que hay de llegar es caminando, al no ponerle vigilancia la condenaron a una segunda muerte”, reseña el hombre, quien suele hacer la ruta del tren caminando. Asegura que Los Lagos se libró de los vándalos por su ubicación, “sin embargo la falta de mantenimiento es evidente, ya el monte se la está tragando”. La Región no tuvo acceso a esta.
Lamentó que en medio de la crisis tan aguda que vive el país se “dejara perder” una inversión mil millonaria. “Las autoridades deben explicar qué pasó, por qué nunca inauguraron y lo más grave: por qué abandonaron los trabajos permitiendo que todo esto ocurriera”, reseñó Crespo.
Nostalgia y dolor
Las caminerías que comunican la estación El Encanto con las cascadas y pozos de agua fueron devoradas nuevamente por la naturaleza. Los bancos de hierro forjado, así como las barandas de los puentes, lucen cubiertas por una densa capa de musgo.
Por ahora lo que otrora fuera uno de los parques más conocidos de Los Teques y ciudades vecinas quedará para uso exclusivo de deportistas que utilizan los antiguos rieles del ferrocarril como ruta para entrenar y explorar la naturaleza.
“Nostalgia, eso es lo que siento al llegar aquí, mi madre me mostró hace poco una foto en la que salgo de cuatro añitos en esta estación; ahora verla abandonada nuevamente y vandalizada causa dolor”, reseña Rita Blanco, una de las aventureras que cada fin de semana llega a este punto caminando.gf
Daniel Murolo / dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo