En un año Canasta Alimentaria Familiar ha aumentado 555 %

Pese a la llegada de productos importados a los anaqueles, aún la escasez y el desabastecimiento son problemas que atormentan a las amas de casa venezolanas, quienes  los siguen sorteando con sustitutos y medidas extremas como eliminar una o dos comidas al día
Pese a la llegada de productos importados a los anaqueles, aún la escasez y el desabastecimiento son problemas que atormentan a las amas de casa venezolanas, quienes los siguen sorteando con sustitutos y medidas extremas como eliminar una o dos comidas al día

21 mil 527 bolívares adicionales gastaron los venezolanos en septiembre con respecto a agosto haciendo las compras de la Canasta Alimentaria Familiar (CAF) que en solo un año ha aumentado 555 %.

Las proyecciones las hacen los voceros del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas – FVM), estudio del cual se desprende que en un mes hubo un repunte de precios de 5,6 %, llevando a ubicarse la CAF en 405 mil 452 bolívares.

“Como dirían los pedigüeños que se montan en los autobuses: dinero que no enriquece ni empobrece pero que a mí me falta”, opinó Natalia Castro al consultarle sobre la situación país mientras analizaba si llevaba el kilo de arroz que era ofrecido a 2.200 bolívares en una bodega cercana a su casa.

–Al fin están apareciendo los productos pero los costos no están nada fáciles de cubrir. Imagínate que dicen que hay que contar con unos 18 salarios mínimos, cuando en mi casa apenas somos dos adultos que mantenemos a dos chamos: uno que consume leche que llegó costando 8 mil bolívares y otro en edad escolar a quien hay que pagarle una mensualidad que supera los 22 mil bolívares. Esto no es vida: el dinero no alcanza si quiera para comprar la comida.

El testimonio se repite en otros hogares altomirandinos donde siguen haciendo ajustes en la dieta diaria para lidiar tanto con los precios, como con la escasez que sigue diciendo presente en los anaqueles pese a la eventual llegada de productos importados.

Según el Cendas, en septiembre se perdieron del radar de los venezolanos 25 de los 58 productos que conforman la canasta, siendo los más extrañados por amas de casa consultadas la harina de maíz, el arroz, aceite, carne de res y leche en polvo.

“Mi chamo dejó el tetero pero sigue tomando un par de vasos de leche caliente. Con la ausencia del producto me ha tocado reducirle la dosis y me parte el alma cada vez que me pide antes de irse a dormir y se la debo negar porque no tengo. La vida se nos ha puesto patas arriba desde lo más cotidiano hasta lo más titánico”, confesó Graciela Soteldo, residente de la urbanización La Quinta, quien junto a un grupo recauda todo lo necesario para que hagan los operativos de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

–Me negaba a estarle mendigando comida al Gobierno, pero cada día es más costoso y difícil acceder a la mercancía, así que me toca tragarme mi orgullo para tratar de garantizarle el sustento diario a mi muchachito (…) Aún somos afortunados y podemos hacer las tres comidas del día, pero de seguir como vamos al menos tendré que eliminar alguna de las comidas como están haciendo en muchas casas.

Nada es rentable

Quienes optan por comer en la calle en promedio desembolsillan Bs. 2.380 por menú. “Eso es lo más barato que se puede encontrar y sin incluir bebida. Si te vas a una feria en un centro comercial hay que disponer de mínimo cinco mil bolívares para un menú”,  reflexionó Julia Requena, universitaria.

–Vivo con mi mamá y a veces me sale menos costoso comer en la calle porque si compro pan, jamón, queso y jugo gasto en promedio unos 10 mil bolívares y eso dura, rendido, para una cena y un desayuno, mientras que si desayuno y ceno en la calle se me van menos de mil bolívares en un pastelito y una malta o un jugo pequeño. Hay que buscar la economía de cualquier manera.

Otros son partidarios de cocinar en casa. “Con las cosas como están destino los cestatickets enteritos en comprar alimentos para llevarme desde el desayuno, pasando por la merienda hasta el almuerzo para no gastar absolutamente nada en la calle (…) Antes no podía pasar la comida sin jugo, pero ahora he tenido que habituarme a tomar agua porque medio litro de té supera los 500 bolívares y si compro uno diariamente se me desbarajusta el presupuesto”, opinó Rafael Casares, auxiliar administrativo.gf

Johana Rodríguez jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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