El adorno más barato con el que se topó Yayaira Amaya fue un arlequín en 12 mil bolívares, el equivalente a su quincena. “Con los precios de los adornitos no hay manera de pensar en decorar esta Navidad. Estoy tan metida en las compras de la comida que ni me había percatado que para esta fecha en mi casa ya mi madre solía haber montado el arbolito”.
Tras casarse iniciando 2016, la entrevistada tenía la ilusión de montar su propia decoración en su nuevo hogar, alquilado, pero la realidad la cacheteó con los precios. “Los pocos arbolitos que he visto superan los 100 mil bolívares, así que obviamente este año lastimosamente no podré decorar la casa. Me tomaré la foto en casa de mi mamá”.
–Todo está tan caro que pocos son los comercios que ofrecen mercancía navideña. Sin ir muy lejos, apenas ahora es que están medio decorando los centros comerciales de los Altos Mirandinos que solían ser una referencia para copiar las tendencias del año. La moda este 2016 es montar la misma decoración que el año pasado.
En comercios visitados se apreció que uno de los productos que exhiben son las tradicionales lucecitas del árbol. “Típico que las extensiones todos los años se dañan y las personas las reponen. Sin embargo, si antes se llevaban cinco cajas ahora a empujones se llevan dos”, reconoció un trabajador del Centro Comercial La Cascada, quien añadió que igual de floja se encuentra la venta de juguetes.
–El juguete más barato para un bebé recién nacido se cotiza en Bs. 24 mil, más de un sueldo mínimo. Este año los venezolanos sacrificarán más que la decoración; en muchos hogares no llegará el Niño Jesús ni el olor a hallaca invadirá su mesa. Es triste, pero es lo que le viene a la gran mayoría de los criollos que apenas pueden cubrir los gastos básicos.gf
Johana Rodríguez jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl