Mataruca es un sector en las afueras de Lagunetica, conformado en su mayoría por áreas rurales, en donde raramente se ve gran afluencia de personas.
Es una localidad que está prácticamente escondida entre montañas y tal vez sea por eso que el estado de las vías y sus alrededores está tan deteriorado.
Según lugareños, ha pasado bastante tiempo desde la última vez que algún ente se acercó para evaluar la situación.
“Solo vienen, toman unas cuantas fotos y se van, pero nadie ha actuado para arreglar los problemas de las carreteras”, comentó Miladys Serrano, residente de la comunidad.
Hay una imponente falla de borde en la calle principal del sector; un trozo de la carretera cedió como consecuencia de las fuertes lluvias y la carencia de mantenimiento.
Junto a ella se encuentra un gran precipicio; conductores ponen sus vidas en peligro al transitar por este tramo, ya que está la posibilidad de que algún vehículo caiga al vacío dejando pérdidas humanas y materiales.
Los choferes, por más experiencia que tengan, deben hacer las mil y un maniobras para esquivar el derrumbe y les cuesta aún más debido a lo estrecho de la carretera.
Lugareños preocupados claman por una solución y piden ser “tomados en serio” ante esta problemática.
“En cualquier momento puede ocurrir un accidente aquí, no es justo que tengamos que arriesgarnos mientras las autoridades no hacen nada”, aseguró Asdrúbal Marcano, vecino.
No solo las fallas de borde predominan; los derrumbes de los cerros ya se han vuelto algo cotidiano para estas personas.
Asimismo, las grietas y huecos en las vías también perjudican a los vecinos. Los inmensos “cráteres” intimidan a los conductores, quienes tratan de evitarlos para no dañar sus automóviles.
En muchos huecos se deposita el agua de lluvia que se estanca ahí durante días.
Hicieron un llamado a la alcaldía y exigieron la conocida “fiesta del asfalto” en la localidad.
Maleza sin cortar
“Es como vivir en una selva”, así calificaron esta problemática los residentes de la zona. Metros de maleza cubren gran parte de comunidad y ningún organismo se ha encargado de cortarla.
El monte es tan alto que representa una barrera para la visibilidad de los transeúntes, un depósito para los desechos y fácil escondite para los delincuentes que quieren hacer de las suyas.
Según testimonios, ya más de una vez algún vehículo que transitaba por ahí a altas horas de la noche fue interceptado por un grupo de maleantes que se ocultaban en la maleza.
Algunos miembros de la comunidad dispuestos a mejorar su zona, han tomado la iniciativa de “hacerle un cariñito” por su cuenta; sin embargo, aseguran que las autoridades deberían hacer acto de presencia y realizar esta tarea.
“Nos hemos unido para trabajar por el bienestar de la comunidad; si no lo hacemos nosotros, nadie lo hará”, explicó una vecina.
De igual forma, sostuvo que las autoridades deberían “tenderles una mano.”
Grupos de vecinos que se han unido con el fin de mejorar la zona, han hecho esta labor con sus propias manos, pero aseguran que sería más efectivo si las autoridades envían cuadrillas de limpieza.
“La alcaldía debería traer gente que nos ayude a cortar la maleza, como Serviguaicaipuro. Como comunidad apreciaríamos inmensamente esa acción”, indicó otro lugareño.gf
María Fernanda Pérez Cruz [email protected]
