Los pelones del Presidente

Aristóbulo aseguró hace meses que la economía estaría recuperándose durante el último trimestre, y ya terminando octubre y simplemente la economía ha caído aún con mayor gravedad

 

Uno no sabe si en realidad el Presidente tiene asesores de envergadura política que coadyuven a desenrollar la trama política-económica en la que está envuelta la revolución. O peor, uno no sabe si el Presidente atiende a las sugerencias que probables asesores puedan extenderle en los momentos más difíciles de las decisiones presidenciales. Aristóbulo aseguró hace meses que la economía estaría recuperándose durante el último trimestre, y ya terminando octubre y simplemente la economía ha caído aún con mayor gravedad y no se denota en el horizonte económico del país alguna compostura en el corto plazo. Bernal, encomendado del Presidente para mejorar a través de los Clap la economía familiar, soltó desde hace tiempo una verborrea que rezaba la llegada de las bolsas solidarias a casi toda la población y la verdad es que el 75 % de la población no la recibe y quienes la reciben la obtienen cada 30 o más días. Simplemente porque no se puede distribuir algo que no se tiene.

Eso marca el estrepitoso fracaso de la producción nacional. Y nadie, al parecer le hace ver al presidente de esos dislates. El mismo Presidente, respecto a la alharaca que se formó en torno al presupuesto nacional, pudo haber salido ganancioso en ese debate con un poquito de creatividad. Si se hubiera presentado en una de esas cadenas que tanto le fascina, explicando al pueblo detalladamente su presupuesto, y cierra diciendo que lo presentaría a la Asamblea Nacional, mete a la bancada opositora en un peo, porque no le hubiera quedado otra cosa a la oposición que aprobar el presupuesto. Así hubiera ganado la revolución. Igualmente nada gana el Presidente con insultar a los candidatos gringos Hilary y Trump, como lo hizo reciente y públicamente a su llegada de Hungría. Eso lo que hace es predisponer al futuro presidente norteamericano, cualquiera de ellos, contra nuestro país.

No hubo necesidad de tal cosa y más bien como Chávez lo hizo con Obama, lo que se precisa es un acercamiento que afloje las tensiones de las fuerzas norteamericanas contra nuestra patria. Con este tipo de actitudes, el que pierde al final es el pueblo venezolano. Un pueblo que desde hace tiempo se ha ido alejando de los preceptos de la revolución, porque sus principales conductores no han podido resolver los más elementales problemas que le atosigan inmisericordemente.

Neri La Cruz

aporrea.org

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