No es fácil, pero sí necesario

No es sencillo para los radicales de ambas tendencias, pero debemos dialogar y así escudriñar puntos mediante los cuales pudiéramos encontrar coincidencias

El tema del diálogo no es fácil para ninguno de los actores políticos involucrados en esta negociación, quizá por los muchos antecedentes fracasados en esta materia, pero en estos momentos de crisis, primero se anteponen los intereses del país y su estabilidad. No es fácil para la Mesa de la Unidad Democrática, no es fácil para el gobierno, no es fácil para los seguidores de la MUD y no es fácil para los seguidores del gobierno; no es sencillo para los radicales de ambas tendencias, pero debemos dialogar y así escudriñar puntos mediante los cuales pudiéramos encontrar coincidencias que nos permitan a ambos toletes sin que ninguno claudique ante el otro e ir solucionando aspectos que hasta ahora han impedido la realización de eventos electorales.

No tengo duda alguna que la MUD es en la actualidad la conductora del casi el 80 % de la población venezolana que sufre las consecuencias del desastre de las política de Maduro, de su ineficiencia y de corrupción que han llevado al país a un abismo, y que hoy exigen su salida de la presidencia de la República en e marco constitucional y pacífico a través del Referéndum Revocatorio o de un adelanto de las elecciones.

Hasta ahora, con el choque y la confrontación no hemos logrado resolver el conflicto político, situación por la cual creemos que un proceso de diálogo conlleva a concesiones de ambas partes, pero el pueblo venezolano debe estar claro y tener confianza, de que el hecho de que nos sentemos en una mesa para tocar puntos específicos para avanzar, no significa en lo absoluto que claudicamos a la lucha y a nuestro compromiso de cambio de este modelo político que nos condujo a la peor crisis jamás vivida.

De manera responsible, desde la Mesa de la Unidad Democrática, estamos buscando salidas pacíficas para resolver el conflicto que tiene Venezuela, pero que no se equivoquen y no confundan disposición con blandenguería o con complicidad, estamos claros del compromiso político y social que nos convoca en estos momentos tan definitivos para el país. No obstante, la intervención de El Vaticano como mediador es estas conversaciones, le da un nivel de credibilidad, de altura y de la paz que tanto requiere Venezuela.

Así que los ojos del mundo están en Nicolás Maduro, si viene a la mesa desde la verdad y el compromiso por parar la confrontación y la violencia que ha desatado perfecto, pero si actúa de manera hipócrita y disfrazado de cordero, todo el peso de la justicia divina y de la justicia del pueblo recaerán sobre él y su gobierno.

Nos hemos fijado un plazo hasta el 11 de noviembre para evaluar los progresos de las cuatro mesas conformadas para la resolución de los conflictos, y si en ese lapso no vemos avance, continuaremos con más fuerzas y movilizados en las calles de todo el país, luchando hasta conseguir la liberación de Venezuela de la tiranía impuesta por esta revolución.

En estas horas tan importantes para el país, tenemos que actuar como estadistas y no como oportunistas, hemos dado una tregua para resolver el gran conflicto que vive Venezuela, y a nuestro pueblo los invitamos a que tengan confianza de cada una de las actuaciones que estamos haciendo. Estamos más firmes que nunca y el cambio no lo para nadie.

Bernabé Gutiérrez

@adbernabe

 

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