Google rechazó este jueves las acusaciones de Bruselas de abuso de posición dominante, al responder a la Comisión Europea (CE) sobre dos de los casos en los que se le atribuye esa actitud, uno en el ámbito de los comparadores de precios y otro en la publicidad online.
Después de que la danesa Margrethe Vestager reemplazara al español Joaquín Almunia al frente de la cartera de Competencia de la Comisión, la institución revisó el primero de los casos y, sobre la base de una “variedad de datos y pruebas adicionales”, reafirmó en julio su conclusión preliminar de que Google ha abusado de su posición dominante en el sector.
En concreto, la CE consideró que Google favorece de forma sistemática su propio servicio de comparación de precios en sus resultados de búsqueda general, en detrimento de sus competidores, un argumento que el gigante estadounidense rechazó hoy en su contestación.
“A la Comisión le preocupa que los usuarios no vean necesariamente los resultados más relevantes en respuesta a sus búsquedas, en detrimento de los consumidores”, afirmaba en julio la institución.
La compañía se defiende ahora asegurando que sus servicios de venta en línea no dañan la competencia en un sector que considera que sigue siendo fuertemente competitivo y dinámico.