Alertan sobre aumento de personas buscando comida entre la basura

Obreras de la alcaldía seleccionan vegetales entre los desperdicios y se los entregan a una mujer
Obreras de la alcaldía seleccionan vegetales entre los desperdicios y se los entregan a una mujer

Con una navaja retira lo “malo” de los tomates que coloca cuidadosamente dentro de una caja. “Acá se consiguen frutas, restos de hortalizas, pedazos de plátano… lo que sea es bueno para comer;, no me da pena, no estoy robando”, responde la mujer.

Junto a su hija de unos nueve años de edad, la mujer recorre cada  tarde las principales avenidas de la capital mirandina hurgando entre la basura que pasadas las 5:30 pm colocan en la puerta los encargados de restaurantes, fruterías, panaderías y carnicerías.

“Aquí los trabajadores son conscientes y clasifican la basura; es decir, no la ligan con otros desperdicios como los del baño”, añade la fémina mientras tapa la caja en la que logró recuperar algunos tomates, hojas de lechuga ennegrecidas y frutas.

“No es la única que viene, al día al menos cinco personas hacen lo mismo”, detalla uno de los trabajadores del local ubicado en la calle Guaicaipuro, a pocos metros del Consejo Legislativo de Miranda y la casa oficial del gobernador.

En otro punto dos mujeres obreras de la alcaldía, encargadas de cambiar las bolsas de los nuevos cestos de basura, ayudan a una mujer a seleccionar vegetales del interior de un contenedor procedente de un restaurante.

La escena se repite en prácticamente toda la ciudad. A pocos metros de la Alcaldía de Guaicaipuro otro hombre busca entre los desperdicios. “No estamos hablando de indigentes, lo que estamos viendo son padres y madres de familia desesperados ante la escasez e inflación”, revela Argenis Bello, sociólogo de la UCV.

Asegura que la situación empeorará, “los vertederos de basura están repletos de familias enteras buscando no solo alimentos sino cualquier cosa que puedan usar o revender; literalmente los venezolanos están sobreviviendo a una crisis humanitaria sin precedentes en el continente” reitera.

A diario son cientos los videos y fotografías en las redes sociales en las que se observan niños, mujeres, hombres y ancianos buscando alimentos entre desperdicios. “Al principio eran las colas lo que impactaba, pero ya esa realidad fue desplazada por esta otra mientras autoridades tanto nacionales como municipales se hacen de la vista gorda”, agrega el sociólogo.

Desconectados
“Las colas sabrosas” de Jacqueline Farías y “En Venezuela no hay crisis humanitaria, me hago responsable de eso” de Delcy Rodríguez, son algunas de las desproporcionadas frases que dejan al descubierto la negativa por parte de los representantes del gobierno nacional de aceptar que la revolución dejó una gran escasez en Venezuela, luego de ser uno de los países con mayor producción.

Luisana Melo, ministra de Salud, aseguró ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos que la pobreza general disminuyó de 28,9 % en 1998 a 19,7 % en 2016, pues señaló que la pobreza extrema bajó de 10.8 % en 1998 a casi 5 % en 2016; sin embargo, ante los ojos de todos y debido a la grave escasez de alimentos la realidad es otra.

“La realidad es patente, salta a la vista; puedes engañar a alguien en el exterior pero acá los venezolanos estamos claros de lo que está pasando; ¿Cuándo en nuestra historia habíamos visto compatriotas buscar qué comer en la basura?, el cuento de que en la cuarta  se comía perrarina quedó pulverizado ante esta dantesca realidad”, reseñó Bello.

Un hombre busca alimentos entre la basura en las inmediaciones de la avenida Bolívar

¿De brazos cruzados?
Mientras algunos partidos políticos han activado planes para ayudar a los más necesitados realizando los fines de semana “sopas comunitarias” en barriadas para garantizar al menos un almuerzo, los llamados comedores populares que en el pasado eran subsidiados por el gobierno local desaparecieron.

“Ya sea por falta de recursos e incluso por la escasez de alimentos, esos comedores ya no funcionan; en Los Teques sigue activo uno ubicado en las inmediaciones de la iglesia Nuestra Señora del Carmen pero no funciona todos los días”, reseña.

Bello se unió a las voces de quienes claman al gobierno nacional abrir un canal humanitario que permita la entrada al país no solo de comida sino de medicinas. “Maduro es doblemente responsable, primero por permitir que llegáramos a este punto y segundo por impedir que llegue la ayuda internacional”, dijo.

Daniel Murolo  – dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo 

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