El Alzheimer es la forma más común de la demencia, término general para describir la pérdida de memoria y de otras habilidades intelectuales; es tan severa que interfiere con la vida cotidiana del individuo
El Alzheimer transformó poca a poco la vida de Magaly Ale y las personas de su entorno; una mujer muy trabajadora y siempre dispuesta a ayudar a los demás fue poco a poco perdiendo la habilidad de comunicación y sociabilización, así como la capacidad de realizar actividades frecuentes como ir al banco, a una reunión social y ocuparse de las labores del hogar. Hace más de cinco años fue diagnosticada con Alzheimer; tiene pequeños momentos de lucidez, le encanta comer y siempre está caminando por su casa.
Hay que señalar que el Alzheimer, también conocido como la enfermedad del olvido, es la forma más común de la demencia; es una enfermedad que se caracteriza por ser degenerativa del cerebro, lo que conduce a la demencia o pérdida lenta pero progresiva de las facultades intelectuales que se habían alcanzado en el desarrollo como son la memoria, capacidad de aprender, razonamiento lógico, cálculo, análisis de situaciones y cambios en el comportamiento entre otros, lo que lleva a una persona a depender de otra para su cuidado.
De acuerdo con el psiquiatra Alberto Mendoza, para septiembre de 2015 solo en Venezuela los casos de demencia rondan los 150.000, la mayoría de ellos por Alzheimer. En la actualidad además de enfrentar los cambios que produce la patología en el paciente, los familiares o cuidadores deben enfrentar los obstáculos de encontrar medicamentos para la enfermedad y pañales, además de enfrentar los altos costos de la patología.
En el caso específico de Ale, tras ser diagnosticada con Alzheimer fue de manera paulatina teniendo dificultad para recordar eventos recientes; presentó problemas para cumplir labores rutinarias y mostró cambios bruscos de comportamiento. Familiares narran que al principio tomó actitudes de agresividad verbal, luego fue confundiendo actividades diarias; por ejemplo un día le colocó sal al café por equivocación, luego fue olvidando nombres.
Sin embargo, a sus casi 68 años come mucho, le encantan los dulces, disfruta de las atenciones de sus seres queridos, se anima mucho al ver a sus nietos y le gusta caminar.
Dicha enfermedad que recibe el nombre del investigador alemán Alois Alzheimer, no es parte normal del envejecimiento pero suele manifestarse con mayor frecuencia en adultos mayores de 65 años, ligeramente más en mujeres que en hombres.
De a poco se pierde la memoria
Al principio se va perdiendo la memoria, después se repiten preguntas que ya han recibido respuesta; se colocan objetos en lugares equivocados, se olvida el nombre de objetos usuales, se pierde la orientación. Las tareas diarias son más difíciles de hacer.
El diagnóstico de esta patología supone para el entorno más cercano al paciente un cambio en la organización de la vida diaria familiar, leve en sus inicios pero con una enorme progresión en el tiempo.
El Grupo de Investigación Internacional de Demencia 10/66 determinó que en Venezuela la prevalencia estimada de la enfermedad tipo Alzheimer en personas mayores de 65 años está alrededor del 7%. Esta cifra se traduce en 100 mil personas. Este dato estadístico parte de que en el país existe casi un millón de personas de la tercera edad que sufren algún tipo de trastornos cognoscitivos según información publicada por la Fundación Alzheimer.
Síntomas
Los síntomas del mal de Alzheimer incluyen dificultad con muchas áreas de la función mental; entre ellas el comportamiento emocional o la personalidad, el lenguaje, la memoria, la percepción, el pensamiento y el juicio.
Familiares y amigos son fundamentales
Los parientes y amigos juegan un papel fundamental en el desarrollo o retardo de la enfermedad; especialistas indican que la actitud más positiva para los pacientes es que sus allegados les brinden mucho amor, comprensión y el mayor apoyo posible para superar sobre todo las primeras fases de la patología.
La persona afectada por la enfermedad manifiesta una profunda necesidad de cariño, sobre todo la comprensión del entorno en su lucha incesante por aparentar normalidad y sobrellevar la situación, indicó el director de la Fundación Venezolana de Alzheimer, Antonio Torres.
“Algunas personas desean liberarse de su carga, confesar sus más íntimos temores y ansiedades y recibir un cariñoso apoyo. Necesitan que alguien les asegure que permanecerá a su lado, luchará con él y les den la tranquilidad de que no serán abandonados para consumirse en soledad; requieren saberse amadas y apoyadas moralmente a través del cuido“, concluyó Torres.
Una nueva esperanza
Un fármaco experimental contra el Alzheimer reduce hasta 90 % la cantidad de proteína beta-amiloide en el cerebro sin causar efectos secundarios significativos, según anunció el pasado viernes la compañía Merck en un estudio presentado en la revista Science Translational Medicine.
La proteína beta-amiloide está involucrada en el origen y la progresión del Alzheimer, por lo que un fármaco eficaz contra ella podría frenar el deterioro cognitivo de las personas afectadas por la enfermedad. El estudio presentado ayer, sin embargo, no estaba diseñado para evaluar los efectos del fármaco sobre las funciones cognitivas.
Fundación Alzheimer Venezuela
Tiene la sede en el municipio Baruta de Miranda, en la calle El Limón; está conformada por familiares de pacientes con Alzheimer y otras demencias, profesionales de la salud y estudiantes. Para mayor información puede llamar al 02214146129/9859183 o escribir al correo alzvenmail.com/gf