Almuerzo ejecutivo que en enero costaba Bs. 500 ya va por 2.450

03-06-H
Los constantes aumentos de los ingredientes se reflejan en el plato final que paga el consumidor, quien ha tenido que cohibirse de comer en la calle

500 bolívares era el monto que desembolsillaba una persona durante el enero para llevarse un menú ejecutivo que incluía una milanesa de pollo, arroz y ensalada o vegetales. Ya el mismo plato se cotiza en Bs. 2.450 en aquellos locales donde manejan precios solidarios, porque en otros puede ubicarse hasta en 4.500.

“No se trata de especulación. Así como la ama de casa encuentra todo más caro cada semana, los proveedores nos traen precios nuevos cada siete días y debemos inyectarlos al costo final del platillo. El resultado es que cada vez vendemos menos platos porque no hay quien gane lo suficiente para comer todos los días en la calle, menos con estos precios tan fluctuantes”, explicó Marcelo Castro, encargado de un local que ofrece menú ejecutivo de lunes a viernes y desayunos los fines de semana.

–Hemos tenido que disminuir la variedad de platos y eliminar aquellos que incluyen ingredientes que están por las nubes, como son los champiñones, cuya bandejita se cotiza en tres mil bolívares, mientras que la lata puede encontrarse hasta en cinco mil; igualmente pasa con la crema de leche, el maíz y tomate enlatado. También jugamos con los costos del mercado: cuando la papa se puso muy cara la eliminamos del menú y la sustituimos por yuca. Ya estabilizado el precio nuevamente la incluimos pero solo en la presentación al vapor porque la frita se hace cuesta arriba tanto por lo difícil como por lo costoso que se ha vuelto encontrar aceite.

Los consumidores notan los cambios. “Todas las semanas todo está más caro. Hasta hace un mes el té Lipton en su presentación de bombita marcaba 700 bolívares, hace un par de semanas costaba 900 y ya llegó marcando 1.250. Un jugo natural en enero costaba 120 bolívares y ya casi llega a los mil. No hay bolsillo que le siga el ritmo a esta inflación”, opinó Marisela Guzmán, contadora pública.

–A veces es un dilema porque me pongo a ver en cuánto sale hacer un mini mercado y llegar preparando la comida en la noche bien cansada cuando llego del trabajo, y me sale igual comer en la calle, así que procuro llevarme mi desayuno y merienda y en ocasiones como en la calle si consigo opciones por menos de tres mil bolívares para la comida del mediodía.gf

 Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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