A propósito de la conmemoración el 21 de noviembre del “Día Internacional de la Espina Bífida”, es oportuno referir que es la segunda causa de discapacidad física en la infancia, después de la parálisis cerebral.
Se busca cada 21 de noviembre sensibilizar a la población acerca de la espina bífida, que es una malformación congénita del tubo neural, la cual se caracteriza porque uno o varios arcos vertebrales posteriores no han fusionado correctamente durante la gestación y la médula espinal queda sin protección ósea.
La principal causa de la espina bífida es la deficiencia de ácido fólico en la madre durante los meses previos al embarazo y en los tres meses siguientes; aunque existe 5 % de los casos cuya causa es desconocida, ya se comprobó que la espina bífida no tiene un componente hereditario.
Lo que sí que se puede heredar es la dificultad de la madre para procesar el ácido fólico, lo que ocurre en muy pocos casos.
Según estudios recientes el riesgo de que un feto pueda desarrollar espina bífida se reduce si la mujer toma 0,4 mg de ácido fólico tres meses antes de quedar embarazada y durante el primer trimestre de la gestación.
Las asociaciones quieren reivindicar durante este día intermacional la necesidad de mejorar su calidad de vida a los afectados desde la infancia con equipos multidisciplinarios en los colegios donde estén matriculados.
En el caso de Venezuela no existe atención especializada para estos casos, cursan estudios en escuelas regulares.gf
Beatriz Hernández