“Amiguismo” es lo que manda en el Mercal de El Paso

Según varios lugareños, encargados y trabajadores del lugar le dan preferencia a sus conocidos al momento de comprar
Según varios lugareños, encargados y trabajadores del lugar le dan preferencia a sus conocidos al momento de comprar

“Indignados”, así se sienten muchos de los usuarios del Mercal ubicado en el sector El Paso. Estos alegan que constantemente son víctimas de malos tratos y discriminaciones por parte de la gerencia de dicho comercio.

“Hemos tenido que pasar todo el día en una cola y al final nos tenemos que retirar sin haber comprado, ya que a ellos no les dio la gana de vender”, sostuvo una lugareña que frecuenta el lugar, quien prefirió mantener su identidad bajo anonimato.

Comentó que en reiteradas ocasiones, tanto ella como otras personas, han sido objeto de burlas por parte de las autoridades presentes y que a su vez, les han negado los productos por los que han pasado largo rato esperando.

“No les importa, pasamos hasta ocho horas en cola. Llevamos sol, agua de lluvia y no recibimos algo a cambio; nos tratan como animales”, destacó.

Relató que la última vez que asistió, la gerencia dejó pasar a más de 30 personas que no hicieron la correspondiente cola.

“Mis hijos estaban cansados, lloraban y tenían hambre, pero nada de eso fue tomado en cuenta. No importó que yo estuviese ahí desde tempranas horas de la mañana”, explicó.

Asimismo, denunció que Nicolás Maldonado, director del Programa de Alimentación, ha ignorado completamente las solicitudes y necesidades de estos individuos.

“Ha demostrado su falta de interés por nosotros”, dijo la afectada, quien además dio a conocer que en distintas oportunidades, Maldonado ha reaccionado con actitud muy displicente ante las quejas.

“Tengo una niña que es discapacitada y ni siquiera le dan importancia a eso”, añadió.

No es un secreto para nadie que actualmente se viven tiempos de crisis alimenticia; los padres de familia aseveran que su principal preocupación son los niños en edad de crecimiento.

“Ellos son los principales afectados, ya que no entienden que es una odisea adquirir la comida hoy en día”, apuntó otra habitante.

­–Los infantes no entienden un “no” como respuesta, simplemente se ponen a llorar porque tienen hambre.

En esta sucursal de Mercal, compran vecinos de muchas comunidades de la capital mirandina y a su vez, asisten desde mujeres embarazadas hasta personas con discapacidad y ancianos.

Mafia organizada

Durante el día de ayer, como es de costumbre, residentes acudieron al comercio en busca de adquirir productos de primera necesidad, pero muchos regresaron a sus hogares con las manos vacías.

La “excusa” dada por los directivos fue que ya no disponían de mercancía, pero, según varios testigos, aún quedaban rubros en existencia.

“Esto se lo guardan a sus familiares, amigos y conocidos”, informó una denunciante.

Por otro lado, varios de los usuarios afectados, dieron a conocer otra de las artimañas elaboradas por el personal del sitio. Varios de los encargados han optado por exigir mercancía a cambio de dejar pasar a la gente.

“Una de las muchachas que trabaja ahí pide desde pasta de dientes hasta toallas sanitarias a cambio de dejar pasar”, resaltó.

De igual forma hizo énfasis en que los guardias que custodian el lugar, también “abusan” de su autoridad y dejan pasar a sus conocidos.

Finalmente, estos habitantes hicieron una denuncia colectiva y solicitaron a las autoridades municipales “poner un ojo” sobre este tipo de situaciones que son el “pan de cada día” de muchos.

“Se supone que este tipo de programas son para ayudar al pueblo, pero lo único que hacen es tener mafias organizadas para salir beneficiados ellos mismos”, argumentó otra moradora.

María Fernanda Pérez Cruz mfpc176@gmail.com

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