La compañía tecnológica hizo público un informe sobre los anuncios retirados, «Bad Ads Report», en el que detalla su actuación contra la publicidad de productos ilegales, la actividad de estafadores y otras malas praxis que persiguen, por ejemplo, engañar para obtener información personal o infectar los dispositivos con software malicioso.
Según Google, el incremento de los anuncios retirados se debe tanto a su nueva política publicitaria, que censura las ofertas engañosas y abusivas, como a la implementación de tecnologías que detectan y retiran con mayor rapidez los anuncios prohibidos.
La compañía de Mountain View (California, EE.UU.) asegura que eliminó 112 millones de anuncios tipo «trick to clic» -seis veces más que en 2015-, en los que aparece una advertencia para lograr que el usuario cliquee y, sin saberlo, descargue software.
Retiró asimismo 68 millones de anuncios de productos que infringían normas sanitarias -frente a los 12,5 millones de 2015- y otros 80 millones por considerar que engañaban, mentían o asustaban a los usuarios.
Además, acabó con 17 millones de piezas publicitarias que no respetaban las normativas legales de apuestas.
En julio, Google anunció que prohibiría los anuncios de créditos vinculados a sueldos por estar asociados a «pagos insostenibles y altas tasas de morosidad» y desde entonces hasta finales de año retiró cinco millones de anuncios de este tipo.