Oscuridad en la casa

La mayoría de nuestros centros de salud no cuentan con ambulancias, pero en el 2009, Venezuela donó 170 de estos vehículos a diferentes alcaldes de Bolivia

Mitzy C. de Ledezma
“Claridad en la calle y oscuridad en la casa”. Ese refrán tan popular encaja perfectamente en la manera de proceder de Nicolás Maduro. Veamos algunas referencias que nos inducen a llegar a esta conclusión. Maduro ha sido muy tajante exigiéndole al presidente Obama el indulto para el ciudadano de origen puertorriqueño, Oscar López Rivera. Llegó, incluso, a decir por cadena, con relación a la posible liberación de nuestro compatriota Leopoldo López Mendoza, que “la única forma que yo usara las facultades presidenciales que tengo es para montarlo en un avión, que vaya a los Estados Unidos, lo deje allá y me entreguen a Oscar López Rivera, pelo a pelo, hombre a hombre, es la única forma, entreguen a Oscar López Rivera. Es la única forma que pasaría por mi mente la utilización de las facultades presidenciales para soltar al monstruo de Ramo Verde”.
Eso lo dijo Maduro el 4 de enero de 2015. Pues resulta propicio introducir otro proverbio, no menos popular, que señala que “la lengua es castigo del cuerpo”, porque Obama, en una de sus últimas actividades como presidente, anunció la liberación de Oscar López Rivera, hecho que también fue muy celebrado por Maduro a través de los medios de comunicación. Pero lo penoso es que Maduro no honra su palabra, más bien se desdice de la que comprometió públicamente, aduciendo que lo hizo en tono jocoso, o sea “mamando gallo”.
Lo cierto es que Maduro aboga por la libertad de los presos políticos de otros países, mientras que aquí se profundiza la persecución, llevándose a cabo nuevas detenciones. El Foro Penal Venezolano dio a conocer el informe sobre la represión por parte del Estado durante el 2016. En dicha cuenta se registraron 2.732 arrestos políticos por diferentes motivaciones, desde el 1º de enero hasta el 31 de diciembre. También vemos a Maduro muy diligente apoyando el proceso de paz para Colombia, mientras anuncia “guerra en Venezuela”. Los ejercicios militares con juegos de conflagraciones exhibidos en cadena, son concluyentes.
Veamos otros ejemplos comparativos: no hay luz en buena parte del país, pero financiamos plantas eléctricas para La Habana. En Los Teques protestan por las pésimas condiciones del Hospital Victorino Santaella, pero nuestro país dona 20 millones de dólares a Uruguay para reparar sus centros asistenciales. La mayoría de nuestros centros de salud no cuentan con ambulancias, pero en el 2009, Venezuela donó 170 de estos vehículos a diferentes alcaldes de Bolivia, y entregados por Evo Morales en el Estadio Hernando Siles de La Paz. Y con relación a elecciones, Maduro “monta fiesta” cuando se hace un referéndum en Colombia o elecciones en Ecuador, pero aquí, en Venezuela, ni por casualidad

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