Al menos cuatro policías y cuatro auxiliares afganos, todos miembros de la misma familia, murieron el viernes a manos de otro agente, que luego huyó para unirse a los talibanes, en el norte del país, aseguraron responsables locales.
«Los cuatro policías y sus colegas auxiliares fueron drogados por su camarada que luego abrió fuego contra ellos, en un puesto de control en el distrito de Almar» en la provincia de Faryab, informó a la AFP Abul Karim Yoresh, portavoz de la policía provincial.
«En total ocho personas murieron y su asaltante huyó para unirse a los talibanes» añadió.
El ataque no fue reivindicado.
El gobernador del distrito, Saleh Saleh, confirmó los hechos y precisó que las ocho víctimas eran miembros de la misma familia y que el asaltante huyó a las zonas bajo control rebelde.
Según los medios de comunicación locales, el hombre ya formaba parte secretamente de las filas insurgentes desde hace un año.
El último incidente de este tipo se remonta a finales de septiembre de 2016, cuando dos soldados abrieron fuego contra sus camaradas que dormían en un cuartel de la provincia agitada de Kunduz (norte) y huyeron.
AFP
