Un grupo de expertos de la Universidad de Lausana (Suiza) descubrió que el sueño de humanos y roedores oscila cada 25 segundos entre un estado de alerta y un descanso reparador, informó la institución suiza.
El estudio, publicado en la revista estadounidense Science Advances revela que cada 25 segundos el cerebro y el corazón se preparan para un posible despertar mientras que, en los 25 segundos siguientes, el cuerpo se adentra en un sueño beneficioso, esencial para la recuperación y la consolidación de la memoria.
Ya sea durante pocos minutos como las ratas y ratones o durante horas como los seres humanos, para los mamíferos el sueño es un pilar del bienestar tanto mental como físico.
Para que el sueño sea beneficioso, este debe ser “lo suficientemente largo y tener continuidad fisiológica”, pero a la vez, también debe poseer un “cierto grado de fragilidad” para que el individuo dormido pueda “reaccionar ante impulsos externos y amenazas potenciales”, explicó la Universidad de Lausana (UNIL).