Investigadores descubren que actividades mentales pueden proteger deterioros

El estudio descubrió que las personas de cognición normal y 70 o más años que hacían actividades tenían menos riesgo de desarrollar deterioro

Los investigadores de Mayo Clinic descubrieron que participar en actividades mentales estimulantes, incluso en el ocaso de la vida, puede proteger contra el aparecimiento del impedimento cognitivo leve, que es la etapa intermedia entre el envejecimiento cognitivo normal y la demencia.

El estudio descubrió que las personas de cognición normal y 70 o más años de edad que usaban una computadora, hacían manualidades, participaban en actividades sociales y disfrutaban de juegos tenían menos riesgo de desarrollar deterioro cognitivo leve. Los resultados se publicaron en la edición del 30 de enero de JAMA Neurology (Revista de la Asociación Médica Americana: Neurología).

Los investigadores siguieron a 1929 participantes cognitivamente normales y pertenecientes a la base poblacional del Estudio sobre el Envejecimiento de Mayo Clinic en el condado de Olmsted (Minnesota) durante un promedio de 4 años.

Después de hacer los ajustes correspondientes para sexo, edad y nivel educativo, los investigadores descubrieron que el riesgo para la aparición del deterioro cognitivo leve disminuyó en 30 por ciento con el uso de la computadora, en 28 por ciento con las manualidades, en 23 por ciento con las actividades sociales y en 22 por ciento con los juegos.

“Nuestro equipo descubrió que las personas que realizaban estas actividades al menos una o dos veces por semana, sufrían menos deterioro cognitivo que quienes participaban en las misma actividades solo dos o tres veces al mes, o menos”, comenta el Dr. Yonas Geda (doctor en medicina), psiquiatra y neurólogo conductual de la sede de Mayo Clinic en Arizona, además de autor experto del estudio.

Los investigadores hicieron una valoración neurológica y cognitiva en el momento de la inscripción en el estudio y luego más valoraciones cada 15 meses. Después de la valoración, el consenso de un panel formado por expertos del Centro para Investigación sobre la Enfermedad de Alzheimer clasificó a cada participante con cognición normal o con deterioro cognitivo leve, de acuerdo con los criterios publicados.

“El estudio transversal que realizamos antes descubrió una asociación entre la participación en actividades mentalmente estimulantes tarde en la vida y menor probabilidad de deterioro cognitivo leve. Sin embargo, estos resultados se consideran preliminares hasta confirmarlos con un estudio prospectivo de cohorte acerca del que informamos ahora en JAMA Neurology”, señala el Dr. Geda.

Las ventajas de participar en actividades cognitivas se observaron entre los portadores del alelo ε4 de la apolipoproteína E (APOE). El APOE ε4 es un factor de riesgo genético para deterioro cognitivo leve y demencia de Alzheimer, aunque entre los portadores de APOE ε4, solo se asoció al uso de la computadora y a la participación en actividades sociales con menor riesgo para impedimento cognitivo leve.

“La participación en algunas actividades fue provechosa hasta en una persona con riesgo genético para deterioro cognitivo; por ello, creo que la señal está allí, incluso para los portadores de APOE ε4”, dice la Dra. Janina Krell-Roesch (doctora en investigación), primera autora del estudio e investigadora posdoctoral en el Programa de Neurociencia Traslacional y Envejecimiento (TAP, por sus siglas en inglés) del Dr. Geda.

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