Y no se inmutan…

Pueblo, gobierno, partidos revolucionarios y movimientos sociales, tenemos que trabajar juntos para radicalizar el proceso

La guerra sigue, y sigue centrada en un tema que nos afecta a todos, como la nutrición, la vida. En el foro realizado la semana pasada en Venancham sobre perspectivas para el 2017, asesores de empresarios y comerciantes que controlan nuestra economía estimaron el aumento de sueldos y salarios de este año en un 239,97 %  y “anunciaron” una inflación del 699,10 %, cifra que -de seguir ellos haciendo lo que les da la gana- va a será superada con creces en la realidad.

El incremento del salario y del bono de alimentación, además de aumentos inmediatos, implicó anuncios por las redes a pequeños comerciantes sobre los precios que debían adoptar a partir del primero de marzo: 1 kilo de arroz a 9.000 bolívares, espagueti a 10.000, café a 18.000, leche en polvo a 16.000, carne a 17.000, queso desde 15.000, etc.

El gobierno trabaja duro e intenta neutralizar el bloqueo externo y la especulación a través de diversos mecanismos, más lamentablemente los productores y comerciantes venezolanos juegan a dos manos: se comprometen a producir más, a distribuir equitativamente a precios justos e incluso a exportar, pero utilizan las ventajas que les da el Gobierno para proteger su capital y el poder adquisitivo de sus colaboradores, no para proteger a todos los venezolanos.

Así, en ese mismo informe se indica que “el 65 % de las empresas encuestadas han adoptado el esquema de pago mixto (bolívares y divisas)”. Me pregunto yo: ¿qué saben las autoridades sobre esta dolarización a medias?, ¿qué tasa de cambio utilizan?, ¿de dónde sacan las divisas?, ¿incluyen el pago a los trabajadores?

La actitud desafiante de capitalistas extranjeros y venezolanos obliga al gobierno y al pueblo a entender y a aceptar que ellos están haciendo lo que les corresponde:  defender sus intereses de clase y que nosotros debemos actuar en consecuencia.

Más allá de los desatinos de la MUD y de los pseudo líderes de la contrarrevolución, muy bien retratados por Esteban Gerbasi en entrevista con Patricia Poleo, hay un pequeño club de señores muy poderosos -los dueños del gran capital y sus socios en el Gobierno de los EE.UU.- dispuestos a acabar con cualquier proyecto, reformista o revolucionario que atente contra sus intereses. Clase dominante mundial heredera de más de 5.000 años de relaciones sociales basadas en el dominio, que no va a cesar en su empeño en destruir el proyecto bolivariano y la unión nuestro- americana.

Venezuela tiene años enfrentando pacientemente una guerra mediática, económica, cultural y delincuencial similar a la sufrida por otros países América Latina, con resultados nefastos para sus pueblos.  No podemos dejar que nos pase lo mismo.

Pueblo, gobierno, partidos revolucionarios y movimientos sociales, tenemos que trabajar juntos para radicalizar el proceso. Es nuestra responsabilidad  seguir adelante  con un legado que nos trasciende, con un legado que pertenece a todos los pueblos del mundo: el  legado de nuestro comandante Hugo Chávez Frías .

Mariadela Villanueva

aporrea.org

 

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