Valiéndose de una lamina de zing vieja, alambres y un par de troncos, María Virginia Pérez construyó una canaleta para recoger del cielo lo que por tubería no le envía Hidrocapital desde hace más de cinco meses.
“Tengo 4 niños pequeños, acá no llega una sola gota de agua desde el año pasado y ante tanta indiferencia nos tocó resolver”, dijo la mujer, vecina del sector Lagunetica, quien agradece a Dios por enviar la lluvia de los últimos días.
“Se supone que debería estar haciendo calor y mucho sol, sin embargo ha llovido mucho, lo que agradecemos enormemente al cielo, pues hemos podido abastecernos”, narra María, mientras con un envase de plástico recoge agua de los pipotes que tiene a un costado de su casa.
Asegura que le sirve, además de para bañarse y limpiar su humilde hogar, para preparar alimentos e incluso “cuando tiene suerte y logra comprar leche” hacerle un tetero a sus hijos.
Lamenta que las autoridades le hayan dado la espalda a la gente, “se olvidaron del pueblo que tantas veces los apoyó en el voto, aquí no sabemos lo que es un camión cisterna publico y mucho menos esos que llaman las cajas de los Clap”, dijo en referencia a la falta de alimentos.
Al igual que María el resto de los vecinos de Lagunetica no se explican como con tanta lluvia sigue el racionamiento del vital liquido, “no tiene sentido, ellos –el gobierno- dijo que era producto de la fuerte sequía, pero ahora llueve hasta en verano y la situación de escasez es peor”.
Mientras en Lagunetica consumen agua de lluvia, en la Víctor Baptista muchas amas de casa han tenido que recurrir a la leña para poder cocinar ante la falla en el suministro de gas doméstico. El jueves la escasez de las bombonas detonó una protesta que mantuvo cerrado el paso por esa importante vía al menos por dos horas.
“Mi esposo consiguió unos troncos a orillas del río San Pedro y con eso estamos cocinando”, narró Esther Blanco, quien denunció que desde el mes de diciembre no aparece el camión que les suministraba el servicio.
“Como yo –cocinando a leña- hay varias vecinas”, apunta la mujer, agregando que es poco lo que pueden cocinar producto de la falta de alimentos, “lo que estamos viviendo es un drama, no hay agua, no hay gas, la luz se va cuando menos lo esperas y las neveras están vacías porque no hay comida”, apunta.
Blanco enumera que en la ultima semana hizo cola “frente a Súper Líder, en Fresco Market de Corralito, en el San Diego de la recta de Las Minas, La Modelo y hasta en los chinos de la calle Guaicaipuro y lo único que pude comprar fue un aceite y un paquete de arroz, ¿qué preparo con eso?”.
Asegura que se cansó de hacerle llamado a las autoridades, “ya aquí –en el barrio- estamos claros que se olvidaron de nosotros, ya nos tocará a nosotros cobrarnos tanto olvido cuando nos toque votar nuevamente”, dijo.
Daniel Murolo
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