“Hay gomas de mascar que son sin azucares que son buenos pero no en exceso… El chicle en exceso desgasta los dientes, afecta la articulación temporo-mandibular, si existen obturaciones o restauraciones las puede desgastar o fracturar”, destacó la odontóloga María Lugo.
Entre otros efectos se encuentran los siguientes:
1. Produce gases y otro problemas gastrointestinales: el chicle hace que el niño ingiera más cantidad de aire, por lo que puede sufrir de dolor, hinchazón abdominal y producción excesiva de ácido estomacal.
2. Diarreas: algunos chicles contienen endulzantes, sorbitol, xilitol, lanolina, aspartamo, óxido de titanio… todos ellos ingredientes tóxicos a los que exponemos a los niños y que causan, entre otros males, descomposición.
3. Sobrecarga de la mandíbula: aunque mascar chicle sirve para relajar la articulación témporo-mandibular, si se hace en exceso, produce el efecto contrario y puede llegar a sobrecargarla.
4. Caries: muchos chicles contienen azúcar, que queda adherido al diente, e incluso el que no lo lleva, tiene añadidos saborizantes que pueden terminar produciendo desgaste en los dietes e incluso caries. Además, los chicles pueden hacer desprenderse los empastes de las muelas.